El pasado miércoles se iniciaron los trabajos de reparación de la desaladora de Palma, que tiene cuatro de sus nueve líneas averiadas por la falta de uso durante años. Pese a ello, el Govern no tiene garantías de que la planta potabilizadora de agua marina pueda trabajar a pleno rendimiento durante este verano, mientras Balears sufre una de las mayores sequías hídricas de la última década. Hay tres líneas con una avería grave que, entre otras cosas, necesitan sustituir la instalación eléctrica y se teme que no estén en funcionamiento a partir del mes de mayo, que es cuando se incrementa la demanda con la llegada masiva de turistas.

Joana Maria Garau, directora general de Recursos Hídricos, indicó que "se está trabajando con el objetivo de que el máximo de líneas de la desaladora de Palma estén funcionando el día 4 de mayo, que es cuando empieza a incrementarse el consumo de agua en la bahía palmesana". No obstante, Garau advirtió de la situación crítica de tres de las nueve líneas más averiadas: "En estos momentos no podemos decir cuándo estarán arregladas tres líneas, ya que deben sustituir todo el cableado eléctrico y ello es una compleja tarea. Lo que sí tenemos del todo garantizado es que seis líneas trabajarán a pleno rendimiento el día 4 de mayo".

La conselleria de Medio Ambiente y Agricultura, a través de la Agencia Balear del Agua (ABAQUA), ha puesto en marcha tres proyectos diferentes para que la desaladora de Palma pueda funcionar a la máxima capacidad de potabilización, vista la prealerta por sequía hidrológica que aún vive Mallorca. El primer proyecto hace referencia a la puesta en marcha de seis líneas de producción, con un presupuesto máximo de 562.541 euros; el segundo consiste en la habilitación de las nueve líneas, con un máximo de 860.165 euros, y la tercera medida tiene la finalidad de construir la acometida de las obras mínimas para garantizar el funcionamiento correcto de la planta. Este último proyecto tiene un coste de 203.000 euros.

El problema de la desaladora de Palma, tal y como ya publicó este periódico el pasado mes de febrero, es que cinco de sus líneas se averiaron por la falta de uso. Ello provocó que la planta potabilizadora únicamente tenga capacidad para suministrar agua a una población de alrededor de 220.000 habitantes. Una cantidad del todo insuficiente si tenemos en cuenta que está pensada para suministrar a Palma y Marratxí, que acogen cerca de 500.000 personas. La capacidad total de la desaladora de Palma, cuando fue construida en 1999, era de 64.800 metros cúbicos de agua al día y ello permitía suministrar a una población de 340.000 habitantes. Al quedar inservibles varias de sus líneas, deja de tratar unos 22.000 metros cúbicos diarios y reduce su capacidad de abastecimiento a más de 120.000 habitantes.

El Govern está del todo convencido de que dos de las líneas averiadas de la planta desaladora de Palma podrán ser puestas en funcionamiento a principios del mes de mayo. De esta forma, al inicio de la época de mayor demanda, habrá seis líneas en funcionamiento. Sin embargo, quedarán por arreglar tres líneas más que son las más problemáticas, debido a su elevado estado de abandono. Según fuentes del Govern, el principal problema será la sustitución de todo el sistema eléctrico de cada una de las líneas de desalación. Un trabajo complicado que se puede prolongar durante meses debido a que la instalación eléctrica de este tipo de plantas, al tener contacto directo con el agua de mar, sufren una gran corrosión.

Asimismo, no se descarta que también sea necesaria la sustitución de piezas importantes de las bombas y los motores que se encargan de extraer el agua de mar y llevarla hasta el proceso de potabilización.

Andratx y Alcúdia

La directora general de Recursos Hídricos comentó que mientras se repara la desaladora de Palma ya lo tienen todo preparado para poder trasladar hasta la capital balear suministro hídrico desde las desaladoras de Andratx y de Alcúdia, que durante los últimos años han estado infrautilizadas. Se están acabando las obras, de unos 50.000 euros, para que la desaladora de Andratx no solo abastezca agua a esta localidad, sino también pueda suministrar a Calvià. Desde este último municipio se podrá conectar con la red general en alta y trasladarla hasta Palma. De igual modo, se está realizando la misma operación con la planta potabilizadora de Alcúdia.

Resulta que durante las dos últimas legislaturas, debido a la abundancia de lluvias y el alto nivel de caudal de los acuíferos, desde la conselleria de Medio Ambiente han tenido a la desaladora de Palma funcionando bajo mínimos. Solo ponían en funcionamiento tres líneas con el objetivo de ahorrar energía. No obstante, este tipo de instalaciones necesitan estar en marcha para poder realizar el mantenimiento adecuado.

El sistema ósmosis inversa

El sistema de desalinización de la ósmosis inversa, que utilizan las desaladoras como la de Palma, es un proceso que tiene como objetivo purificar el agua. Está pensado para aguas duras con gran cantidad de sales, por ejemplo el agua del mar. El objetivo de la ósmosis inversa es obtener un agua pura para su consumo eliminando los olores y sabores no deseados.

El proceso consiste en forzar el agua a pasar a través una membrana semipermeable. La solución no deseada se expulsará del circuito y se convierte en desecho. La ósmosis se consigue al inyectar una presión superior de lo habitual al agua en el momento del filtrado y a la inversa de su estado natural.

Especialistas en este tipo de plantas explicaron que las membranas que se encargan de depurar el agua necesitan un mantenimiento constante que habitualmente se debe acometer mientras se realiza el proceso de desalación. Al haber prácticamente clausurado tres líneas de la planta desalinizadora de Palma, no se ha podido realizar el mantenimiento durante el proceso de funcionamiento. Ello ha provocado que en estos momentos tres líneas de nueve no estén en condiciones de desalar agua.