El sector de las salas de juego se había colocado ya sobre la línea de salida para poder comenzar a ofrecer este mismo verano en algunas de sus locales la posibilidad de que los turistas realizaran apuestas deportivas. Pero esta aspiración, al menos de momento, no se va a ver cumplida, porque desde el propio Govern se reconoce que la aprobación del reglamento que regulará estas actividades no va a llegar a tiempo. Aunque el borrador del decreto puede quedar concluido en mayo, el periodo de información pública y la necesidad de remitirlo a Bruselas para que dé su visto bueno (trámite este último que suele ocupar unos dos meses) hace ya inviable que el citado documento esté listo para que su aplicación pueda iniciarse durante esta temporada turística y hará necesario esperar a 2017.
El malestar del sector de salones de juego se explica porque no existen precedentes de una comunidad autónoma a la que le esté costando tanto regular el tema de las apuestas deportivas, ya que solo Andalucía y Balears siguen sin contar sin el citado reglamento, y la primera ya tiene el borrador presentado -en relación a este tema, se admite que estos problemas se han registrado tanto con gobiernos autonómicos del Partido Popular como con los del Pacto-.
Pero además, se recuerda que el actual Ejecutivo ya anunció en agosto del pasado año que éste iba a ser el reglamento prioritario a la hora de desarrollar la ley balear del juego, y que a principios de octubre de 2015 ya se analizó este borrador en las reuniones mantenidas por la comisión en la que está representada tanto la Administración autonómica como las empresas del sector.
Como se recordará, la intención del Govern (ya contemplada por el anterior equipo de José Ramón Bauzá) es que en los locales de juego de las islas (como salones, bingos o casinos), se puedan instalar las máquinas desde las que apostar sobre los resultados de acontecimientos deportivos (tal y como ya se puede hacer ya a través de internet).
El conseller de Trabajo y Comercio, Iago Negueruela, justifica los plazos que se están registrando por la complejidad del tema y por el deseo de consensuar el citado reglamento entre todos los sectores afectados. En este sentido, defiende que es preferible tardar algo más para que esta normativa resulte positiva para todos antes que sacar adelante un texto deficiente. En cualquier caso, subraya que los contactos con el sector empresarial del juego están siendo constantes en relación a este tema.
Según apuntan fuentes vinculadas a este colectivo empresarial, las expectativas que se habían generado a la hora de proyectar la implantación de las apuestas deportivas en los salones de juego eran excelentes, ante la avalancha de turistas que se esperan durante la temporada alta. Pero además, no se oculta que inicialmente existía la esperanza de que la tramitación fuera lo suficientemente ágil como para poder comenzar a operar antes de la celebración durante finales de junio y principios de julio de la Eurocopa, ante la previsión de que sus partidos van a generar un volumen enorme de apuestas, especialmente entre el colectivo británico, entre el que este tipo de juegos está más implantado (lo que explica que Calvià sea uno de los municipios en los que antes se abrirán las salas de apuestas deportivas, según se apunta desde el sector).
Impuestos y empleo
No solo se lamenta la pérdida de ingresos que esta demora va a generar, sino que se expresa la sorpresa ante el hecho de que no se haya actuado con mayor celeridad ante la inyección económica que esta nueva actividad va a suponer para las arcas autonómicas, ya sea a través de la correspondiente tasa y que se estima en torno a un millón de euros anuales, como por la parte que le corresponde a las islas del IVA que se vaya a abonar debido tanto a las reformas que se van a tener que hacer en los salones de juego que quieran incluir las apuestas en su oferta como por la adquisición de maquinaria. Y a ello suman los empleos que se van a crear fruto de esta implantación.
Pero además, se subraya que un turista que viaja a destinos españoles competidores como los de la Comunidad Valenciana o Cataluña sí se va a encontrar con este tipo de oferta de ocio, inexistente todavía en el archipiélago.
