El catedrático emérito de Historia Contemporánea de la UIB, Miquel Duran Pastor (Palma, 1934) falleció ayer a los 81 años en Palma. El velatorio será hoy de 10 a 14 horas en Son Valentí y el funeral en su memoria se celebrará a las 25.15 horas en la Basílica de Sant Francesc.

Historiador y político, Duran vivió en primera persona la transición a la democracia como diputado por UCD en las Cortes Constituyentes de 1977 y durante la primera legislatura tras la aprobación en referéndum de la Constitución. Pero su experiencia política comenzó mucho antes, en los últimos años del franquismo.

Ocupó el cargo de teniente de alcalde de cultura del Ayuntamiento de Palma (1974-78) con los alcaldes Rafael de la Rosa y Paulino Buchens. En esta etapa adoptó medidas de gran trascendencia para la ciudad. El consistorio adquirió la propiedad del Palau Solleric y creó el Museo de Historia de Palma en Bellver. Una de sus iniciativas más destacadas fue conseguir que el Parc de la Mar se convirtiera en un parque para la ciudad y no solo un gran aparcamiento subterráneo como estaba previsto en un principio.

Una de sus decisiones más polémicas consistió en el traslado a Palma de los restos mortales del embajador de la Segunda República Gabriel Alomar, que estaba enterrado en El Cairo. También consiguió el retorno de los restos de Bartomeu Rosselló-Pòrcel.

Ocupó la presidencia de UCD en Mallorca y la secretaria general en Balears pero tras el hundimiento del partido de Adolfo Suárez abandonó la política nacional y entró en UM hasta que posteriormente abandonó la política.

En su faceta como historiador ejerció la docencia en la UIB. Estudió filosofía y letras en el Estudi General Lul·lià de Palma y se doctoró en historia en la Universitat de Barcelona. Recibió diversas distinciones a lo largo de su carrera académica, entre ellas, la orden del Mérito Constitucional en 1988 y el premio Ramon Llull de la comunitat autónoma en 2009. Promovió diversas actividades musicales y culturales como el Concurso Internacional de Piano F. Chopin de Mallorca y presidió la Societat Arqueològica Lul·liana en los ochenta.