Los cambios iban a ser solo dos, pero a Francina Armengol le gustan los golpes de efecto y finalmente son tres los relevos en el Govern. Para cerrar la crisis de gobierno desatada el viernes con la dimisión de Esperança Camps, la presidenta remodela tres carteras: Otra menorquina aunque residente en Andratx (donde es concejala de Més), Ruth Mateu, sustituye a la saliente. Pilar Costa entra en el Ejecutivo para ser la consellera de Presidencia y la portavoz del Govern, con lo que la socialista ibicenca se consolida como la segunda de Armengol. La sorpresa la da Marc Pons, que deja dicha Conselleria y pasa a Territorio, Energía y Movilidad, para relevar a Joan Boned, por baja médica.

Las incorporaciones de Mateu y Costa convierten al Govern en el más femenino de la historia, un mensaje muy calculado que Armengol ha querido lanzar "en pro de la igualdad social. El 50% de la población son mujeres, por lo que también debemos estar en los ámbitos de decisión", defendió.

Con el triple golpe de timón, que Armengol ha querido capitanear personalmente, "creo que este Govern coge fuerza e impulso político", enfatizó, para llegar a su "primer aniversario con los acuerdos programáticos alcanzados". No opina lo mismo la oposición, para la cual una crisis sin haber cumplido siquiera un año de legislatura prueba la debilidad, parálisis y caos del Ejecutivo del Pacto.

Mateu "da garantías"

Aunque Armengol evitó la menor crítica a la dimitida Camps, no ocultó que su departamento "necesitaba un cambio de rumbo, eso es cierto, y por eso acepté su dimisión".

Ruth Mateu "me da garantías", recalcó la presidenta sobre la hasta ahora secretaria general. La Conselleria vacante cambia de nombre y pasa a llamarse Transparencia, Cultura y Deportes, si bien Participación solo desaparece de la nomenclatura ya que continuará teniendo el rango de dirección general.

En cuanto a Pilar Costa, la presidenta señaló que "es la persona que puede mantener este nivel de eficacia y de coordinación del Govern" que deja Marc Pons, "mi mano derecha durante estos nueve meses", definió Armengol al nuevo titular de Territorio.

"Lo cierto es que estamos en un momento complejo políticamente en España", se refirió Armengol al retraso en la formación del nuevo Gobierno central. Ante ello se requiere, dijo, "un Govern balear más fuerte, con más impulso político".

Tras esta reconfiguración, el Ejecutivo autonómico mantiene el reparto por cuotas territoriales -Costa es ibicenca, Pons menorquín- y de partidos. Ruth Mateu es menorquina y tiene doble condición de militante en Més per Mallorca y Més per Menorca, formación esta última que se resistía a perder su poder en la Conselleria.

"He tenido días de reflexión, de diálogo sereno con los partidos" que sostienen su gobierno, apuntó la presidenta, para destacar el clima de sintonía que ha habido entre el PSOE y Més durante la crisis. Con todo, Armengol cuidó mucho las formas para evitar dar una imagen de rehén de sus aliados nacionalistas, y usó la primera persona del singular reiteradamente -"he decidido"- para recalcar su condición de jefa del Ejecutivo.

Podemos, la tercera pata del Pacto, ha sido informado puntualmente, aunque no consultado para los nombres. "Ellos decidieron no entrar en el Govern al inicio de la legislatura, es una cuestión zanjada", explicó Armengol que no se ha planteado la incorporación de los podemistas aprovechando la remodelación. "No ha habido esta petición" por su parte, afirmó.