Del estruendoso portazo contra los suyos al ataque feroz contra la oposición. La consellera dimitida Esperança Camps rebaja el tono de sus durísimos reproches a Més per Menorca y sus antiguos directores generales, el viernes en su último acto público (les llamó "infantiles", "desleales" y "acomodados"). También hace algo de autocrítica, aunque mínima en comparación con las acusaciones lanzadas a su equipo. Por último la extitular de Transparencia y Cultura dirige ahora sus ataques contra la oposición, por instrumentalizar su dimisión contra el Pacto.

Camps colgó ayer un mensaje en su Facebook en el que dice respetar las opiniones críticas con su gestión como consellera y por su "manera de dimitir". Señala que en estos nueve meses en el cargo "ha habido tiempo para todo, para los aciertos y los errores". "Errores he cometido, claro", remacha la menorquina, aunque no especifica ninguno. El viernes solo se atribuyó uno a ella, el "haber otorgado confianza a los altos cargos de la Conselleria", y haber practicado una jerarquía "horizontal" en lugar de piramidal.

Se disculpa

En su primer escrito público tras su marcha, Camps pide dos veces "disculpas" porque "hay muchos ciudadanos que esperaban más, mejor y más rápido".

No obstante, achaca los problemas en su Conselleria exclusivamente a la escasez de medios humanos y recursos económicos: "Las carencias eran tan grandes que a veces las decisiones que se han tomado no han producido los efectos buscados", explica.

El grueso del escrito de Camps va dirigido contra el PP y Ciudadanos, partidos que han aprovechado su dimisión forzada para denunciar la "debilidad" del Pacto. Camps acusa a ambos de actuar "en bloque" y de coger "el atajo fácil" de utilizar su salida del Govern "como un arma contra el Pacto. Es evidente que no han entendido nada", sentencia.

"Tiene gracia que el PP, que no sabe qué hacer con personas como Rita Barberà porque en su ADN no existe la capacidad de dimitir, quiera utilizar esto contra el Govern y los partidos que lo forman. Es francamente decepcionante ver como el viernes deprisa y corriendo encuñaron dos frases y ahora las repiten como un mantra", lamenta la ya exconsellera. Camps tacha a Ciudadanos de "acólitos" de los populares, por no "saber ver" que su dimisión "es un acto de normalidad democrática" que, según ella, "servirá de palanca y de impulso para que el Govern del Pacto continúe remediando los estropicios que hizo Bauzá".