El juez José Castro está investigando supuestos descuadres en la maqueta del velódromo Palma Arena, por la que el Govern de Jaume Matas pagó más de 66.000 euros a Iberpacific, una de las empresas del grupo Nimbus, la agencia próxima al PP y que hizo varios trabajos para esas instalaciones y el Campeonato Mundial de Ciclismo en Pista del 2007.

El magistrado interrogó ayer al dueño de Singular Comunicación como testigo. Esta empresa hizo una serie de estudios gráficos sobre el velódromo que, según Miguel Romero, exdueño de Nimbus, sirvieron de base para la confección de la maqueta.

El testigo aseguró que desconocía que esos trabajos hubiesen sido usados por el maquetista, que también fue interrogado después mediante una vídeo conferencia desde Bilbao.

En la detallada factura sobre la maqueta que Iberpacific presentó al Govern no aparece ninguna mención al coste de esos estudios gráficos.

Los investigadores sospechan que Nimbus infló esa factura para desviar varios miles de euros del Govern.

En el caso Palma Arena hay otra pieza, la relativa al palacio de la Ópera que Matas quisó construir en el Moll Vell de Palma, donde también se investiga una presunta malversación de caudales por la construcción de dos maquetas. Una de esas maquetas representaba un modelo a escala de la Ópera que iba a diseñar el arquitecto Santiago Calatrava y la otra era una reproducción de la Bahía de Palma.

La pieza separada de la maqueta del velódromo, la 11, se ha reabierto para aclarar esos descuadres.