-¿A qué hora ha llegado hoy al despacho??
-Hoy (miércoles) a las 8.30 estaba en el Parlament porque tenía una reunión. Normalmente venimos a la Conselleria entre las 8 y las 8.30 de la mañana.
-Se lo pregunto porque su predecesor, el popular Antoni Gómez, dijo que había días que usted no aparecía hasta la 1 de la tarde. Le acusó de trabajar poco.
-Mi predecesor... Bueno. Mire, una cosa es la agenda pública y otra la interna, la de cocina, la de reuniones con consellers, con la gente de la propia conselleria, la de trabajo interno y planificación... Hacemos pública nuestra agenda vinculada a actos públicos. Entre acto y acto se ubican reuniones. Empezamos sobre las 8 o 8.30 y acabamos según el día, pero la agenda le aseguro que es intensa.
-Se les acusa de falta de transparencia.
-Es la primera vez que los consellers estan colgando en la web todos los actos públicos a los que asisten. Después hay una parte de reuniones internas, en la conselleria de Presidencia de manera especial porque es un poco la cocina del Govern. Hace un trabajo de preparación y coordinación, con reuniones internas constantes.
-¿Como encargado de la cocina de un Govern de Pacto con un socio externo, Podemos, ejerce más de chef o de pinche?
-Hoy en día hay que estar preparados para hacer de todo. En mi Conselleria nos toca especialmente las funciones de coordinar el Govern y de comunicación, como portavoz. Es un trabajo muy interno, de garantizar el seguimiento de todos los objetivos que nos marcamos. El Govern funciona razonablemente bien. Somos un Govern muy previsible, porque hemos fijado todo lo que haríamos. Hay buena complicidad y vamos cumpliendo todo aquello que nos marcamos. Hemos hecho una apuesta además por un estilo diferente de gobernar y eso se está transmitiendo. También hay un buen trabajo y comunicación con el partido que no está en el Govern y le dio apoyo. Hasta ahora hemos sacado las cosas, con divergencias pero siempre con acuerdos finales.
-¿Por qué proyectos importantes, como el impuesto turístico, los lanza al Govern sin acordarlo primero con Podemos, para luego entrar en una fase de bloqueo y desbloqueo hasta que se aprueban? ¿Estas cuestiones no deberían estar claras con los acuerdos de gobernabilidad que firmaron?
-Hay 145 acuerdos que vamos cumpliendo. Están programados y sabemos en qué momento se cumplirán todos. Creo que hay que analizar las cosas desde la perspectiva del siglo XXI. A veces analizamos las relaciones y proyectos de gobierno con una mirada del siglo XX, de lo que representan grandes o sólidas mayorías que van sacando proyectos a partir de la imposición, por lo que no hay discusión. Hasta hace poco, los ciudadanos nos decían que esa era la opción buena. Ahora estamos en un tiempo político totalmente distinto, en donde la representatividad de la sociedad se traslada a la política como no habíamos visto antes. En el Parlament hay siete grupos políticos. Se han acabado los tiempos de las grandes mayorías y estamos en el tiempo de la negociación permanente, que también representa el reconocimiento a la discrepancia. Si de todo eso se saben sacar acuerdos y proyectos con los que todos se sientan representados lo estamos haciendo bien, aunque conforme hacemos camino haya voces críticas en cuestiones concretas.
-Admita que preferiría una mayoría absoluta.
-Claro. A cualquiera de los siete grupos parlamentarios de Balears le gustaría tener una mayoría absoluta, pero es que los ciudadanos nos piden una cosa diferente. Hay que adaptarse a lo que es una sociedad cada vez más crítica, exigente, que pide más resultados y otras formas distintas de hacer las cosas. Quien no la entienda así, queda arrinconado. Posiblemente en estos momentos estamos yendo hacia una derecha mucho más descolocada que la izquierda. Me refiero sobre todo al PP balear, que no ha entendido esto todavía y sigue funcionando con un chip de la época de Bauzá, de funcionar con el ordeno y mando.
-Una vez aprobada la ecotasa, el nuevo enfrentamiento del Govern con sus socios de Podemos es la facultad de Medicina.
-A día de hoy la facultad de Medicina aún no está garantizada. Estamos pendientes de Madrid y hasta finales de abril o principios de mayo no habrá una respuesta definitiva sobre la confirmación. Por eso, el Govern no tiene en estos momentos un presupuesto fijado para eso. Hay que saber pactar los acuerdos, pero también los desacuerdos. Es síntoma de madurez política. Por encima de un desacuerdo puntual hay un proyecto político, de impulso de cambio que tiene que estar por encima. Es lo que estamos haciendo. Sabemos aislar los desacuerdos y a la vez impulsar leyes importantes. Tenemos una hoja de ruta de legislatura pactada y trabajamos en coherencia con ella.
-El Foro de la Profesión Médica estatal se ha pronunciado en contra de la facultad de Medicina en Balears, lo que supone una presión para que desde Madrid se rechace.
-Por lo que he hablado con los consellers de Educación y de Salud tenemos un elevado número de posibilidades, a pesar de esa oposición y de que la autorización definitiva la otorga Madrid y aun no lo ha concedido. Hay que esperar que todo transcurra como está previsto.
-¿Está afectando al Pacto en Balears los enfrentamientos entre PSOE y Podemos en el Estado para formar Gobierno?
-Quiero pensar que no, que aquí todos somos conscientes de la responsabilidad que tenemos con los ciudadanos de Balears. Se equivocaría el que creyera que las dificultades y tensiones de ámbito estatal tienen que ser un elemento para trasladarse a Balears buscando réditos en otros lugares. Quiero pensar que las tensiones que puedan surgir están siempre ligadas a la defensa de los intereses de Balears.
-Armengol apostaba por un acuerdo estatal entre el PSOE y Podemos. Por ahora, con el que ha firmado Pedro Sánchez es con Ciudadanos. ¿Ha quedado en evidencia la poca influencia de la presidenta en su partido estatal?
-No. Nosotros sobre todo apostábamos por la nueva manera de entender la política con acuerdos y, dentro de eso, priorizábamos un acuerdo progresista en concordancia con el que hay en Balears. Pero esa idea de líneas rojas que te impiden moverte... Estamos en otro momento político que implica altura de miras. Hubo algunos líderes regionales del PSOE que no lo veían así, que querían negociar a partir de líneas rojas. Los ciudadanos nos piden que más que líneas rojas pongamos acuerdos, capacidad y flexibilidad. Esa cintura política es la que se necesita. Creo que Pedro Sánchez está haciendo muy buen trabajo en este sentido.
-En las generales del 20 de diciembre, Podemos dio el sorpasso al PSOE en Balears. Si se repiten las elecciones, ¿no se agudizará el riesgo de tensiones en el Pacto?
-Son dos espacios diferentes. Con elecciones o sin elecciones en Madrid, con Pactos o sin pactos en Madrid, en Balears vamos a seguir trabajando para seguir impulsando todos los acuerdos a los que nos comprometimos. En estos nueve meses, la hoja de ruta pactada ha sido referencia para el Govern y ha servido siempre para resolver las discrepancias que se han podido producir en algunos momentos.
-En diciembre dijo que la apertura de los jardines de Marivent sería este año.
-Es un acuerdo de gobernabilidad que debe implantarse en esta legislatura. Lo prioritario es hacerlo desde el entendimiento y el acuerdo con la Casa Real. Es algo lógico. Todas las reuniones y conversaciones que hemos mantenido nos han permitido ir construyendo una propuesta que está bastante avanzada, aunque aún no está cerrada. Siendo prudentes es lógico pensar que tendríamos una propuesta cerrada a lo largo de 2016, lo que no implica necesariamente que los jardines de Marivent se abran este verano. En el invierno haríamos los trabajos necesarios para que se pueda abrir. Hay sobre todo cuestiones de seguridad que implicarán actuaciones concretas Estamos trabajando en ese aspecto.
-Usted comentó que durante el verano seguramente habría noticias sobre esta apertura de Marivent. ¿Esperarán a que esté el Rey en Mallorca para anunciar el acuerdo?
-No pretendí dar a a entender eso. En cualquier caso, las decisiones son acordadas y la presentación y explicación será acordada. Aún no hemos hablado de eso porque no está cerrado.
-Las arcas autonómicas destinarán este año 1,3 millones de euros para el mantenimiento y cuidado de la residencia de uso exclusivo de los Reyes. ¿Esos fondos incluirán las inversiones que se realicen para la apertura de los jardines o supondrán un coste añadido?
-Se añadirá a lo que ya destina el Govern. Las instalaciones de Marivent requieren de un mantenimiento y el Govern destina una parte de los recursos a eso. Pero cualquier parque e instalación pública requiere un mantenimiento y en este caso, si se abre a los ciudadanos, repercutirá en beneficio de todos. En todo caso, no serán muchos más fondos. No hablamos de cantidades significativas, aunque no le puedo todavía concretar porque la propuesta no esta cerrada.
-¿Cómo le sentó que el Consell Consultiu les enmendara la plana tan pronto?
-La cuestión más que cómo le sienta a uno es las acciones que hay que hacer para corregir o adaptarse a sus peticiones. La Ley estatal de Transparencia de 2013 establece que cualquier ciudadano puede dirigirse a la administración y pedir cualquier información. Si la administración se la niega, el ciudadano tiene derecho a recurrir a otra instancia. El Govern del PP no creó esa instancia y apenas quedaba tiempo para que se cumpliera el plazo para hacerlo. La manera que encontramos más rápida es que esta instancia fuera el Consultiu, porque es un órgano independiente, pero el Consultiu dice que no tiene capacidad resolutoria de expedientes. Hacen informes, pero no resuelven.
-¿Cómo lo solucionarán?
-La solución será que el Consultiu haga informes vinculantes y se creará un organismo, sin estructura, que resuelva de acuerdo con esos informes. Estamos definiendo quiénes formarán este organismo con el mínimo coste. Será una medida transitoria hasta que se cree el organismo definitivo.
-Ha ofrecido al PP un Pacto por la Igualdad. ¿Espera que lo acepte?
-Desde enero, las competencias en materia de Igualdad dependen de la conselleria de Presidencia, en donde nos hemos planteado apostar por la transversalidad. Vamos a intentar una gran Pacto de Estado desde una visión transversal, que pasa por las organizaciones sociales, entidades e instituciones. Se trata de ver de qué manera tiene que actuar cada uno para garantizar la igualdad real y a la vez afrontar de verdad la violencia machista. Es un proyecto de legislatura. Lo óptimo sería que esto lo construyéramos entre el Govern y la oposición. Le propuse al PP definir como lo construimos y aún no he recibido respuesta, pero es lógico que propuestas así primero tengan que estudiarlas. Creo que sería un buen mensaje sacar del debate político la violencia machista y la igualdad y convertirla en un gran pacto social, incluso para trasladarlo al ámbito estatal.
-La consellera de Transparencia, Esperança Camps, está siendo contestada en el propio Govern.
-Hay que poner en valor el trabajo que ha realizado Camps de construir una Conselleria con una estructura que no existía e impregnando de una mentalidad en estas materias al Govern, en una administración en la que hasta ahora apenas existía esa cultura de transparencia y participación. Se ha encontrado con dificultades que otros consellers no han tenido, porque están al frente de conselleries que ya tienen una estructura. En todo caso, se están dando pasos. No olvide que no llevamos ni un año en el Govern. Le aseguro que dentro del Govern, entre los consellers no hay estas críticas. Hay buen entendimiento entre todos. Somos conscientes de que las ha habido, pero todos estamos para ayudar a la conselleria de Transparencia en el sentido de corregir cosas o cuestiones que puedan llevar retrasos.
