Julita Cuquerella, la antigua secretaria personal de Iñaki Urdangarin, mostró ayer una total fidelidad a su exjefe, hasta el extremo de que asumió como suyos los gastos personales que se atribuyen a la infanta Cristina y que se cargaron en la cuenta de Aizoon. La testigo empezó a trabajar con el cuñado del Rey a partir del año 2007. No la contrató Aizoon, sino que lo hizo la empresa Telefónica para que fuera la secretaria personal del exduque de Palma. Aunque tenía despacho en la oficina de la compañía, solía trabajar en las dependencias que Urdangarin había montado en su casa particular. Cuquerella detalló que era ella "quien se encargaba de determinar qué gastos eran personales de Iñaki y cuáles eran los que había que atribuir a Aizoon". Esta responsabilidad la asumió después de que el marido de la Infanta le explicara los criterios contables que debía seguir.

Cuquerella, que es madre de siete hijos, confirmó que dos de sus empleadas de hogar firmaron un contrato con la empresa Aizoon. Explicó que después de que Urdangarin se marchara a trabajar a Washington aumentó su horario de trabajo y "para compensarme me dijo que me pagaría el sueldo de mis asistentas". La testigo afirmó que no sabía el sistema de pago de estas empleadas, pero ellas aseguraron que el dinero lo recibían en un sobre.

La secretaria personal se atribuyó el uso de la tarjeta de crédito a nombre de la Infanta, cargada en la cuenta de Aizoon, con la que se realizaron compras personales. Detalló que la tarjeta de crédito "la tenía guardada Iñaki en un cajón del despacho cerrado con llave". Explicó que ella solía realizar compras electrónicas con la tarjeta de crédito, ya que tenía anotada en un folio la información de estos documentos electrónicos. "Tuve que llamar a Urdangarin para decirle que su tarjeta estaba caducada y no podía usarla. Me dijo que abriera el cajón y utilizara la otra Visa. No me di cuenta de que era la tarjeta de la Infanta, lo descubrí después".

Cuquerella afirmó que fue ella quien realizó algunas compras de tipo personal con esta tarjeta, aunque no para ella, que se cargaron en la cuenta de Aizoon y que después se declararon en Hacienda, como por ejemplo botellas de vino o un libro de Harry Potter, así como varios ramos de flores. Era ella quien se encargaba también de remitir las facturas de las compras de las tarjeta al contable Marco Tejeiro, pero antes hacía una selección para determinar lo que eran gastos personales de su jefe y lo que eran gastos que se podían descontar a través de Aizoon. Reconoció que "en alguna ocasión me equivoqué y pasé gastos que no se podían contabilizar".

Sobre el viaje familiar del matrimonio Urdangarin-Borbón, con sus hijos, para asistir a un safari a África, que se facturó a nombre de Aizoon, la secretaria aclaró que "este asunto lo gestionó Carlos García Revenga", el secretario de las Infantas, e insinuó que también disponía de una tarjeta de crédito de esta empresa familiar. Julita Cuquerella señaló que Urdangarin "era una persona muy confiada" y explicó que la infanta Cristina nunca realizó ninguna gestión, ni personal ni empresarial, con la sociedad Aizoon. Aunque solía trabajar en la misma vivienda de Pedralbes, la secretaria afirmó que nunca recibía órdenes de la hermana del Rey. Lo único que le pidió alguna vez es que le realizara determinadas compras, como por ejemplo un regalo a la hoy reina de Holanda, que celebró su cumpleaños en su casa.

Cuquerella también asumió como decisión propia que se facturara a nombre de Aizoon la organización de una fiesta de cumpleaños de un hijo de la Infanta. "Fue un error", justificó.

Pagos en negro

Una de las empleadas de la limpieza que estuvo trabajando en el domicilio de los exduques de Palma afirmó ante el tribunal del caso Nóos que le ofrecieron trabajar en negro. Esta propuesta se la realizaron en la entrevista de trabajo antes de ser contratada, en la que estuvo presente, no solo Urdangarin, sino que también su esposa, la Infanta, quien negó en su declaración que hubiera realizado estos pagos en metálico. La empleada aseguró que esta situación se prolongó poco tiempo porque exigió un contrato laboral y los dueños de la vivienda lo aceptaron. Fue dada de alta en Aizoon, pero no en la categoría laboral que le correspondía, aunque tampoco le dio mayor importancia porque le interesaba tener un contrato y cotizar.

El sobrino de Urdangarin

Jan Gui, el sobrino de Urdangarin, que declaró ayer tarde como testigo, confirmó que se encargaba de repartir los sobres que le entregaba su tío para los trabajadores de la empresa Aizoon. El familiar desmintió que los empleados que estaban dados de alta en la sociedad Aizoon no hubieran cobrado, como han asegurado varios de ellos en los últimos días. Jan Gui, que es hijo de una hermana de Urdangarin, detalló que los sobres que debía entregar, en su tarea de mensajero, "me los entregaba mi tío" y que él se limitaba a repartirlos, sin que en ningún momento "comprobara si tenían dinero". Detalló que también fue contratado por Aizoon para que se encargara de buscar información sobre determinados eventos, sobre todo relacionados con el motor. Los sobres que repartía, aclaró, los recogía en la vivienda donde vivía su tio junto a la infanta Cristina y sus cuatro hijos.