­Las cancelaciones de los vuelos a Palma desde los aeropuertos de Londres dejaron atrapados ayer a miles de turistas que venían a las islas a pasar sus vacaciones de Semana Santa. Uno de los afectados fue Miquel Adrover, un vecino de Felanitx, que se encuentra en Londres desde el sábado pasado. Tenía previsto regresar ayer a Mallorca a las seis de la tarde con un vuelo de la compañía EasyJet desde el aeropuerto de Gatwick pero como otros miles de pasajeros se quedó en tierra.

Su sorpresa fue cuando le informaron de que no podían ofrecerle un vuelo directo a Son Sant Joan hasta dentro de diez días porque ya no quedaban plazas en los aviones hasta el miércoles que viene. "Solo me ofrecían la posibilidad de viajar hasta Ginebra el próximo sábado y desde allí a Mallorca", relató Adrover, que ayer tuvo que dormir en casa de unos amigos porque su compañía aérea no le costeaba una noche de hotel y tampoco quedaban plazas libres.

Desde primeras horas de la mañana ya se formaron largas colas de viajeros en los mostradores del aeropuerto de Gatwick y las aglomeraciones se intensificaron por la tarde.

Unos 1.200 viajeros esperaban sus vuelos, muchos de ellos con destino a las islas. Adrover ya había facturado sus maletas y estaba listo para regresar a Mallorca cuando su compañía le informó de la cancelación. Sin embargo, los vuelos ya habían sido eliminados desde la mañana.

Caos por falta de información

La falta de información creó situaciones de caos en los mostradores de las compañías donde se agolpaban los viajeros buscando una solución. Solo lograron salir los aviones con destino a Berlín y Ginebra desde el aeropuerto británico de Gatwick pero ningún vuelo directo a Son Sant Joan, según manifestó el felanitxer. La única opción que barajaba ayer por la noche Miquel Adrover para evitar quedarse atrapado en Londres es alquilar un coche para viajar por el eurotúnel hasta Barcelona porque como otros tantos ciudadanos que se quedaron en tierra no podía costearse diez días más de estancia en la capital británica. No fue el único mallorquín que pasó horas de espera en el aeropuerto. El Llosetense tenía un vuelo programado con Ryanair a las 18,25 desde Barcelona y quedó cancelado. Finalmente llegó a las 21.10 horas a Son Sant Joan.