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En Contra

Miquel Fiol: "Quiero la Facultad por amor propio, aunque gane menos"

Miquel Fiol (Porreres, 1949), "del año de Bruce Springsteen", es intensivista y cardiólogo, con cuarenta años en Son Dureta y Son Espases. Fue el primer...

Miquel Fiol, cardiólogo, intensivista, director de la investigación sanitaria de Balears.

-Para que se haga cargo del tipo de entrevista: “¿Cómo anda el corazón de los mallorquines?”

-No están más enfermos que en otros países mediterráneos, con tasas de infarto cinco veces inferiores a los nórdicos. Y tienen suerte, con una atención sanitaria de las mejores de Europa. La mortalidad postoperatoria ha alcanzado el cero por ciento algún año. Es dificilísimo.

-Ni siquiera hay un médico que pueda ser decano de la facultad de Medicina

-En la Universitat solo hay tres médicos. Escoger a la psicóloga Margalida Gili es una orden del rector. Su cargo es provisional y lo hará bien, no he visto celos entre los médicos.

-No todos los médicos son favorables a la Facultad.

-Ya sabemos los problemas que ocasiona no tenerla, y quiero que me digan los beneficios que tendremos si no hay una Facultad. En Mallorca no conozco a ningún médico en paro, y hay 19 especialidades mal cubiertas.

-Y también hay médicos que quieren acabar su carrera como catedráticos.

-La cultura del catedrático ya no existe. Soy mallorquín, estamos cansados de alimentar a España y para mí es una cuestión de amor propio. Dejemos algo a las generaciones futuras, aunque suponga que yo gane menos.

-Facultad de Medicina y más listas de espera.

-Las listas de espera son una cuestión de organización. Podrían reducirse con la telemedicina. El paciente vendría con las pruebas hechas, se ahorraría una consulta.

-Además del pelotazo inmobiliario de la Facultad.

-El pelotazo era la facultad privada. Las instalaciones están construidas. Los seis años pueden impartirse en la planta menos uno de Son Espases.

-¿Esperaban la oposición de Podemos?

-No tan fuerte, probablemente, no sé por qué se oponen. Deberían pensar en las familias con pocos recursos. De los sesenta alumnos, ocho o nueve serán de esta extracción. La política de becas que sugieren es más cara que poner en marcha la facultad.

-Los investigadores son cuatro gatos, ¿por qué odian a Daniel Bachiller, del Juan March y de Podemos?

-Solo he hablado dos veces con él. Le he pedido que me explique sus resultados de años de investigación, y sigo esperando. Mantener el reducto del hospital Juan March nos cuesta 300 mil euros diarios. Sostener, como hace, que los médicos cobrarán menos con una Facultad es de una demagogia impresentable.

-¿Se le puede decir a una persona que está gorda?

-Hemos de utilizar la palabra obeso, pero tenemos un problema social de obesidad, incluso infantil. Yo se lo digo al paciente con dureza, porque de lo contrario no te hacen caso. Cuesta mucho perder kilos, y los médicos no se preocupan en la consulta de este problema, deberían perder más tiempo con él.

-Se desembarazó usted de la Fundación Kovacs.

-Al crearse el Instituto de investigación en 2013, la Fundación Kovacs se apuntó rápidamente, por un asunto de marketing de lo que saben mucho. El comité científico decidió que su presencia no estaba justificada. Son medicina paralela, basta ver las grapas.

-¿Hay un auge de las medicinas paralelas?

-Hay un auge de las parafarmacias, se forran.

-¿Los motoristas son los mejores clientes de la UCI?

-Los motoristas y los ciclistas, un caso muy triste. Y los turistas del balconing, ahora empieza la temporada con uno o dos diarios. Se convocan incluso reuniones para abordar el problema.

-¿Un enfermero puede dirigir un hospital?

-Si ha hecho un master de gestión, podría, pero dirigir Son Espases es complicado.

-¿Cuántos años puede durar un corazón?

-Cien años. Lo cardiocirculatorio es pura fontanería. Si las arterias están abiertas, la sangre llega. Los médicos hablan hoy poco con los pacientes, se limitan a pedir pruebas. Les digo que “el enfermo te está contando lo que tiene y no quieres escucharle”.

-¿El médico es el peor paciente?

-Es un mal enfermo, porque sabe de qué va, se preocupa enormemente y pierde el control. Lo mejor que puede hacer es dejar su caso en manos de un compañero.

-Miquel Fiol y Oriol Bonnín

-Hemos tenido mucha relación, porque me encargaba de sus postoperatorios. Es difícil encontrar a alguien que viva para la Medicina como Bonnín, supongo que ha sacrificado su vida privada. Además, tiene mucho sentido común, una virtud imprescindible para estudiar Medicina por encima de las notas.

-¿Cuáles son las otras virtudes del futuro médico?

-No estar demasiado contento de haberse conocido y que no le gusten mucho los dineros.

-¿Algún paciente le ha pedido la muerte?

-El paciente, no, pero sí sus familias. Estoy a favor de la eutanasia pasiva. Los familiares han de entender que es un disparate mantener a alguien con vida, cuando se cumplen los parámetros de los problemas de no retorno.

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