El próximo domingo comenzará la primavera, que se prevé en Baleares cálida y ligeramente seca, con un inicio de Semana Santa inestable que mejorará a partir del miércoles, y dejará atrás el segundo invierno más cálido desde que se tienen registros, caracterizado por un 60% menos de lluvias de las habituales.

La delegada territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Baleares, María José Guerrero, ha dado a conocer hoy en rueda de prensa las predicciones meteorológicas para Semana Santa, la primavera, el próximo trimestre y ha hecho un balance del invierno que termina, que ha calificado de "muy cálido y muy seco".

La primavera comenzará este año el domingo 20 de marzo a las 5.30 horas, durará 92 días y concluirá el martes 21 de junio, y en ella se esperan temperaturas más altas y precipitaciones por debajo de lo normal.

En cuanto a la Semana Santa, se esperan lluvias y chubascos ocasionales y aislados a partir del domingo, el martes será el día más frío y lluvioso, y desde el miércoles la probabilidad de precipitaciones disminuye.

Durante estos días, se registrarán temperaturas máximas entre 12 y 17 grados y mínimas, entre 8 y 10.

La primavera que comienza este domingo deja atrás una primera quincena de marzo frío y ligeramente seca, y dará inicio a un trimestre, de abril a junio, cálido, con temperaturas por encima de los 18 grados habituales y ligeramente seco, ya que se esperan precipitaciones por debajo de los 93 litros por metro cuadrado que se suelen recoger en esos meses.

La primavera suele caracterizarse, ha recordado Guerrero, por ser una estación de transición, con algunos chubascos intensos, granizos, tormentas, viento, frío, alguna nevada en la Sierra de Tramuntana y heladas débiles, lluvia de barro y hasta una ola de calor.

En cuanto al balance del invierno, ha destacado que ha sido el segundo más cálido desde los años 50 en casi todos los puntos de registro, con excepción del Aeropuerto de Palma, donde ha sido el más caliente.

Así, la temperatura media del invierno ha sido de 12,7 grados, 1,6 más por encima de lo normal; la más alta se registró el 8 de enero, con 25,2 grados en Pollença, lo que supone un récord histórico para este mes, mientras la más baja se dio el 20 de febrero, con -3,8 grados en Son Torrella (Mallorca).

El 13 de febrero se registraron temperaturas mínimas muy altas, de récord, entre 17,5 y 14,1 grados en todo Baleares.

Las islas Pitiusas y Menorca sufrieron el invierno más seco, con un 76 % y un 71 % menos de precipitaciones de lo normal, respectivamente.

Un 57 % menos de lluvias en Mallorca marcaron un invierno en el que se recogieron 65 litros por metro cuadrado, un 60 % menos de lo habitual (158 l/m2).

La nieve solo llegó a las cotas más altas durante seis días, y por encima de los 800 y 1.000 metros.

Guerrero ha recordado que el 23 de marzo se celebra el Día Meteorológico Mundial, lo que hoy se recuerda en un acto y se aprovecha para reconocer el trabajo de las personas que trabajan en la Aemet y de los colaboradores, quienes de forma altruista colaboran en la recogida de registros de temperaturas y precipitaciones.

Joan Espíritu Santo, de Baleares, recibirá un premio a nivel nacional por llevar más de 50 años registrando datos de precipitaciones en Cala Ratjada (Capdepera, Mallorca).

La delegación territorial de la Aemet premiará también a Margalida Vidal, Josep Sagreras y Jaume Thomàs.

Guerrero ha indicado que el Día Mundial alude al cambio climático -que se evidencia con un aumento general de las temperaturas, la presencia de fenómenos meteorológico adversos y largos periodos de sequía- y sus consecuencias para la sociedad, con el fin de concienciar y adoptar las medidas para minimizarlo.

El cambio climático hay que verlo como una oportunidad de creación de empleo y la búsqueda de nuevos modelos de desarrollo y consumo, ha concluido Guerrero.