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Tribunales

El periodista Antonio Alemany acusa ahora al Govern de llevarle a la ruina y le reclama dos millones

El condenado por malversar fondos públicos presenta una demanda de responsabilidad patrimonial por daños y perjudicios Alega que el Pacto le perjudicó al quitarle las subvenciones de su agencia de noticias

Antonio Alemany, al que Jaume Matas fichó para que entre otras cosas le escribiera sus discursos, en una de sus visitas a la Audiencia. B. Ramon

Antonio Alemany contraataca al Govern. El periodista, que fue condenado a algo más de dos años de cárcel por malversar fondos públicos de la Comunidad, ya se encuentra en libertad y reclama ahora al Ejecutivo de Francina Armengol que le indemnice con dos millones de euros. Basa su petición en que la decisión del Pacto de quitarle las subvenciones concedidas por el PP en su día ha terminado provocándole cuantiosas pérdidas económicas, hasta el punto de dejarle en una precaria situación. El Consell Consultiu deberá resolver ahora el litigio planteado por quien fue asesor de Jaume Matas.

Antonio Alemany fue condenado por la Audiencia de Palma por varios delitos de corrupción. Posteriormente el Tribunal Supremo le exoneró de todos menos de uno, malversación de caudales públicos (unos quince mil euros por unos reportajes sobre turismo y deportes que según la sentencia nunca llegó a escribir).

El 1 de septiembre de 2014 el periodista ingresó en la prisión de Palma para cumplir la pena de dos años y tres meses que le correspondía. Asimismo, el expresidente Matas tuvo que entrar en la cárcel -eligió la de Segovia- para cumplir una pena de 9 meses.

Alemany, ya en libertad, ha optado por demandar ahora al Govern de Francina Armengol. Le acusa por un lado de no haberle satisfecho pagos pendientes. Desde el Ejecutivo -ya en la anterior legislatura del PP- se justifica la negativa en que el periodista no ha facilitado facturas originales para justificar los gastos. Por ello le exige la devolución de 140.000 euros.

Inviable sin ayudas públicas

La demanda ahora de dos millones de euros de Alemany se centra en acusar al Pacto de forzar el cierre de su empresa, la Agencia Balear de Noticias. Ello le ha ocasionado serios daños y perjuicios por lucro cesante, añade. El exasesor de Matas alega también que su empresa no se podía mantener sin subvenciones institucionales, por lo que descarga en el Govern la responsabilidad de la quiebra empresarial.

Alemany fue condenado por la sección primera de la Audiencia a raíz de que, dentro de las pesquisas del caso Palma Arena, se descubriera que entre 2003 y 2007 recibió unos cuatro mil euros al mes del Govern por escribir los discursos de mayor calado político de Matas.

El periodista optó por cobrar ese dinero por mediación de la agencia de publicidad Nimbus, que fue contratada por el Govern para un falso servicio de asesoría.

Por otro lado, Alemany disfrutó de un trato de favor por parte de Jaume Matas a la hora de recibir subvenciones públicas para su diario y su agencia de información de ámbito balear, ambos de carácter digital.

La Audiencia impuso elevadas condenas a Jaume Matas, Antonio Alemany y otros por estos hechos. No obstante, el Tribunal Supremo les absolvió, en julio del 2013, de estos cargos. El Alto Tribunal únicamente declaró culpable a Matas de un delito de tráfico de influencias para favorecer a Alemany, y a éste lo condenó por cobrar unos 15.000 euros del Govern por unos reportajes que nunca hizo.

Sentencia a su favor

No obstante, a finales de 2014 el Tribunal Supremo resolvió un contencioso y ordenó al Govern a otorgar subvenciones a Alemany. El fallo dictaminaba que el segundo Ejecutivo del socialista Francesc Antich incurrió en "desviación de poder" al denegar, de manera arbitraria, unas ayudas públicas al periodista. El Supremo calificó de "actuación arbitraria", y no explicada suficientemente por el Govern, el cambio de puntuación en el proceso para adjudicar 450.000 euros a la agencia de Alemany, otorgados por Matas antes de las elecciones de 2007.

La que fue directora general de Comunicación de Antich, Gina Garcías, negó en su momento esta arbitrariedad. Declaró que Alemany había recibido de Matas, y en 2006, 450.000 euros en subvenciones para su agencia, "que tan solo tenía 45 suscriptores, la mayoría casas regionales de la órbita del PP. Era un producto que solo leían 45 personas", denunció. Por ello, justificó su orden de revisar la ayuda concedida, que terminó revocándose. Pese a ello, la sentencia del Supremo es clara: Alemany tiene derecho a obtener la subvención de acuerdo a la primera puntuación del Ejecutivo de Matas.

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