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La fiesta en paz

El Consell invade la isla griega de Quíos

Miquel Ensenyat, mejor en casa. B. Ramon

¿En qué ha mejorado la situación de los refugiados sirios de Quíos después de la visita del presidente del Consell, Miquel Ensenyat, y los consellers Jesús Jurado y Joan Font? La respuesta acertada es: en nada.

¿Qué aporta al conocimiento del problema del éxodo masivo causado por la guerra de Siria el hecho de que el 33,3% de los altos cargos del organismo insular se hayan trasladado a la isla griega situada a tiro de piedra de la costa turca? La contestación correcta vuelve a ser la misma: nada.

¿Qué competencias tiene el Consell de Mallorca en política internacional? Ninguna. Menos que España en un foro de grandes líderes mundiales. ¿Es funcional que una institución de ámbito tan reducido se embarque en una tarea como la de solucionar el problema de los refugiados? No. Solo una pérdida de tiempo y un derroche de dinero. Si Ensenyat, Jurado y Font quieren echar una mano en un drama humano de este calibre lo mejor es que se asocien a ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados. O a Cruz Roja. O a Médicos sin Fronteras. Miles de mallorquines ya lo han hecho sin necesidad de viajar al otro extremo del Mediterráneo con cargo al erario público.

¿Qué aportan tres políticos desconocidos moviéndose sobre el escenario de una tragedia? Básicamente molestar y distraer la labor de quienes trabajan arduamente sobre el terreno. ¿Puede colaborar el Consell en la solución del problema? Sí, aunque lo apropiado es actuar a través de los canales adecuados. Y si el plan último era remitir una carta a las empresas mallorquinas para que echen una mano, bastaba dictarla en Palau Reial a una secretaria o secretario.

¿Han logrado que los mallorquines tomen conciencia de la tragedia? La cabeza patricia de Ensenyat frente a un montón de chalecos salvavidas o sentado en una mesa con varios concejales no suma ni un gramo de emoción a las miles de imágenes que ya ha entrado en nuestros hogares. ¿O pretendía ofrecer nuestra incineradora, dado que al parecer las autoridades griegas se han mostrado incapaces de reciclar este material llegado por mar? Si además falla el envío de vídeos del equipo de televisión un toque de narcisismo que viajó con los políticos mallorquines ¿quién pagó los costes porque en IB3 afirman que ellos no han sido? el fiasco es absoluto.

¿Se encuentra entre las funciones del conseller de Participación Ciudadana y Presidencia, Jesús Jurado, la salvación del mundo? No. Lo más parecido que se encuentra entre sus competencias es "coordinar las relaciones entre el Consell de Mallorca y el resto de instituciones públicas de las Illes Balears y del Estado español" y "coordinar las actuaciones relacionadas con asuntos europeos". Salvo que fuera un enviado de Madrid o Bruselas, nada se le había perdido en el lugar donde los turcos masacraron en 1822 a 20.000 griegos.

Joan Font es conseller ejecutivo de Desarrollo Local. En la página web del Consell no está escrita ni una función que le inste a subirse a un avión con destino a Quíos. Y si se pretende invadirla con el cuerpo de bomberos a su mando o los voluntarios de Protección Civil, mejor mandar a un oficial. A lo sumo sus viajes institucionales deben extenderse a Ariany, Escorca o Búger.

La portavoz del PP, Marga Prohens, sostiene que se han tomado unas vacaciones a costa del erario público. Exagera. Nadie sería tan insensato ni insolidario. El problema es otro. Ensenyat, Jurado y Font no han tomado la medida de la dimensión del problema y han sobrevalorado las funciones y las posibilidades del organismo para el que trabajan.

El viaje de los tres mosqueteros del Consell ha sido tan provechoso para los refugiados como lo fueron para el comercio y la industria de las islas los del exconseller Josep Juan Cardona a Shanghái o California.

Es una estupidez que el Consell haga la guerra por su cuenta. Si quiere cooperar, que utilice los canales estatales e internacionales establecidos. Cada persona y cada institución debe entender en qué nivel puede actuar y ser útil. Lo demás es tirar tiempo y dinero.

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