Cuando durante la anterior legislatura se aumentaron tanto las ratios, se argumentaba que éste no es un factor que incida directamente en la calidad de la enseñanza. Era habitual escuchar aquello de 'en mi época éramos 40 en clase y no pasaba nada'.
Catalina Noceras es profesora de Infantil en el único colegio público del Muro, el Guillem Ballester i Cerdó, donde en 5º de Infantil (cuatro años) tienen una clase con 28 y otra con 29. Garantiza que "así es imposible dar clase".
Noceras describe por qué puede ser tan perjudicial tener grupos tan masificados a estas edades: "Hacer trabajo y atención individualizada es imposible, le dedicas muy poco tiempo a cada alumno", explica,"dejas desatendidas muchas necesidades de cada niño, y eso te genera frustración".
Narra que en su caso Educación ha enviado una profesora de refuerzo, pero la tiene que compartir con la otra clase, así que hay dos horas y media cada día en la que está ella sola con 28 niños de cuatro año a su cargo, incluyendo varios con hiperactividad y estudiantes nouvinguts (escolares con necesidades educativas especiales o NESE) para los que todo es nuevo y a los que es muy difícil acoger como se debería: "Entre una cosa y otra es imposible trabajar", indica la profesora, que además pone de manifiesto lo difícil que es mantener el orden y la convivencia.
¿Cuál sería el número ideal de niños por aula? "Lo ideal sería 18 estudiantes, pero con 20 ó 22 ya la situación mejoraría bastante", estima esta veterana maestra
Adaptar la metodología
Ahora ella y la profesora de apoyo, Margalida Carrió, están planificando una reestructuración de la clase y un cambio de metodología. Carrió refuerza lo dicho por Noceras y señala que es en Infantil donde empiezan a cocerse los casos de futuro fracaso escolar: "Si vienen niños con dificultades pero no los puedes atender, luego estas dificultades de aprendizaje se irán incrementado".
Esta docente subraya un matiz importante, que diferencia la situación actual de la de aquellos que 'eran 40 en clase y no salieron tan mal': la diversidad del alumnado actual. "No es tanto la cantidad sino la diversidad: la elevada cantidad de alumnos NESE", apunta.
Saturación en Alcúdia
En Alcúdia los cuatro colegios públicos del municipio tienen uno o varios grupos por encima de los 28 estudiantes: "A excepción de algún grupo de 26, todos tienen 28, 29 ó 30 alumnos", explica Martí Saez, director del CEIP Norai.
Señala que en el caso de Alcúdia hay un problema de falta de infraestructuras, que no son suficientes para atender a una población escolar que, asegura, no ha parado de crecer ni durante los años de la crisis económica.
"Hace dos legislaturas se nos dijo que se iba a construir un centro nuevo. El ayuntamiento cedió un terreno y los directores fueron llamados a dar su opinión, pero durante la anterior legislatura todo quedó parado; ahora han dicho que se retomará, pero ya no será el año que viene", lamenta Saez.
Contando con los profesores de apoyo enviados por Educación y debido al tipo de metodología que aplican -con talleres, sin libros...- Saez asegura que logran que la enseñanza no se vea tan afectada por las ratios elevadas. En su centro utilizan espacios como la biblioteca o la sala de Música cuando se queda vacía para hacer desdoblamientos: "Hay que planificar bien el uso del espacio".
