Llega el frío a Mallorca y los hospitales públicos se saturan. Y al parecer esta circunstancia es una ecuación irresoluble, al menos mientras esta comunidad padezca unas listas de espera disparadas que impidan a los gerentes hospitalarios decidirse a suspender operaciones programadas para disponer de camas en las que ingresar a los pacientes que ayer esperaban en los diferentes servicios de urgencias.

Esperas que en Son Espases superaban en algunos casos las 77 horas mientras que en Son Llàtzer no menos de nueve pacientes estaban siendo atendidos sin ninguna intimidad ni privacidad en los pasillos del servicio. El comarcal de Inca, por su parte, reclamaba de manera infructuosa ayuda para descongestionar sus urgencias a primera hora de la mañana. Por su parte, el Servei de Salut admitía que ayer por la tarde tenía a 75 pacientes sin cama en los hospitales de Son Espases (39), Son Llàtzer (29) e Inca (7).

En el hospital de referencia, fuentes del servicio de urgencias hablaban de 54 pacientes esperando cama desde primeras horas del día y que tres de ellos se encontraban en esa situación desde, respectivamente, 77, 69 y 66 horas. Casi tres días siendo atendidos de una manera cuando menos incómoda. "Estamos muy llenos, rebosantes. Hay mucha enfermedad respiratoria y mucha actividad quirúrgica que nos deja sin camas libres. Además, esta misma mañana nos han llamado desde el hospital de Inca para derivarnos pacientes porque también tenían el servicio de urgencias saturado y les hemos tenido que decir que no", explicaban profesionales de Son Espases.

El departamento de comunicación del hospital de referencia admitía la existencia de 39 personas esperando cama a las tres de la tarde pese a que habían derivado a pacientes al cercano hospital Quirón Palmaplanas, al Sant Joan de Déu y al General, centros sanitarios que aseguraron que ya tenían todas sus plazas ocupadas. Las 29 camas del hospital Verge de la Salut, también estaban al completo por pacientes remitidos desde el servicio de medicina interna ya estabilizados y de perfil sociosanitario, recordaron. Como también estaban ocupadas las ocho camas extra habilitadas para estos picos asistenciales en la planta cero de su propio hospital. "Tenemos todos los recursos abiertos y llenos", alegaron.

En Manacor la situación estaba controlada, según las fuentes consultadas por este diario. "Hoy estamos bien. Hay un plan de contingencia para estos casos diseñado por los servicios centrales del IB-Salut y coordinado por el 061 que establece que, en caso de saturación asistencial en nuestras urgencias, intentemos derivar pacientes en primer lugar al hospital de Inca. Y si ellos están igual, que lo intentemos con Son Llàtzer y Son Espases. En caso de falta de camas, tenemos un convenio para hospitalizar a nuestros pacientes en el hospital de Llevant", reveló un profesional del centro comarcal que, al conocer que Inca ya estaba teniendo problemas ayer, se mostró pesimista y auguró que "esto quiere decir que en ocho o diez horas nosotros estaremos igual".