Los sucesivos gobiernos de las islas han demostrado históricamente una gran capacidad para llegar tarde. No es la primera vez que una autonomía pide al Estado que le perdonen la deuda. Algunas hasta lo han conseguido, como la Andalucía de Chaves (aquel Gobierno del PSOE hoy investigado por el escándalo de los EREs), que en 2009 le sacó 1.200 millones a Zapatero en concepto de "deuda histórica". También lo logró Cataluña, la última vez con Zapatero en Moncloa, y el socialista Montilla en la Generalitat. Galicia le arrancó a Aznar un plan de inversiones para compensar el desastre del petrolero Prestige. Y la semana pasada Andalucía de nuevo, y Valencia exigieron que se les condone la deuda al FLA, el fondo de rescate (20.000 millones valencianos y 15.000 andaluces), como pide Balears. El problema para Madrid es que si abre la mano todas las regiones pedirán el perdón de los 80.000 millones que les ha prestado el Estado en esta crisis para que saliesen adelante sin bancos.