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Entrevista

Ana Maria Madrid: "Muchos jóvenes ven normal controlar el móvil a su pareja, como ´prueba de amor´"

"Las personas dependientes requieren aceptación constante y tienen miedo a la soledad"

Ana Maria Madrid, en la sede del Colegio de Psicólogos de Balears.

- ¿Qué es la dependencia emocional?

- Es una forma inadecuada de relacionarse en el ámbito de la pareja o en el social.

- ¿Qué perfil tiene una persona dependiente?

- Son vulnerables, con una autoestima baja, que necesitan valorarse desde los ojos de otros. Van saltando de relación en relación repitiendo patrones; son muy acaparadoras, víctimas y catastrofistas; con apegos inestables; una necesidad excesiva de afecto y aceptación social, no saben decir que no; tienen miedo a la soledad y miedo al rechazo.... Y el problema es que se suelen enganchar con personas egocéntricas, que dejan la relación en segundo plano y justo lo que quiere el dependiente es ser el centro. Y es una cuestión de género: hay una mayoría de mujeres porque se nos educa de manera diferente para mostrar sentimientos. Si un hombre es dependiente ya se ocupará de que no se sepa. Pero está bien visto que las mujeres pidamos ayuda porque se nos educa desde la emoción.

- ¿Qué ´síntomas´ tiene una persona dependiente emocional?

-Todo gira en torno a la pareja; dejan de salir con los amigos, estan súper pendiente de la pareja, cuando trabajan están pensando en la pareja, en cómo complacerle... Y la pareja muchas veces explota, se ahoga.

- ¿Hay riesgo cuando se junta con una persona controladora?

- Sí, hablando de una relación heterosexual, el problema viene cuando una mujer dependiente se junta con un hombre con creencias machistas, herederas de un sistema patriarcal donde él manda... Y la otra persona se vuelve sumisa, cada vez más. Esto llevado al extremo puede llevar a la violencia de género en algunos casos.

- ¿Cómo puede un amigo o un psicólogo hacer ver esta realidad a la persona dependiente?

- Hay que abrirle ventanas y enseñarles otras realidades, para que empiece a ver que aquello no es normal, que tiene un problema. Después hay que ir desmontando su lista de prioridades, es una reestructuración cognitiva de base. Es mucho trabajo. Algunas se van dando cuenta y empiezan a ir al gimnasio solas, a ampliar su círculo de amigos... es como una adicción sin sustancia y hay que superarla.

- ¿La sociedad actual, con las redes sociales y la búsqueda de notificaciones de ´me gusta´, acentúa esa necesidad constante de aprobación?

- Sí, y también porque las redes sociales son una fuente de socialización más. Si antes teníamos que luchar con la publicidad, los cuentos, los príncipies azules... ahora también tenemos que luchar contra los blogs que te enseñan cómo ligar, que te dicen que lo principal en la vida es encontrar una pareja... Es otro frente más.

- ¿De qué viene esa necesidad de aprobación continúa?

- De un mal aprendizaje, de apegos inseguros en la infancia... Las creencias de cómo son las relaciones o cómo creen que deberían ser afecta muchísimo, sobre todo en los jóvenes, que siguen los mitos del amor romántico; son más vulnerables; no tienen ordenadas las prioridades; no se aceptan y buscan hacerse fuertes y corregir sus debilidades a través de los otros... Todo eso hace que sean más susceptibles de desarrollar este tipo de dependencias.

- ¿De qué manera lo manifiestan?

- Ven normal controlar el móvil de la pareja, los celos.... Esto para ellos son pruebas de amor, de preocupación por el ser amado. Esto se relaciona con los datos de violencia de género en edades tempranas [según el COPIB estos comportamientos están creciendo entre los jóvenes, dan un dato: entre los 12 y los 24 años un 5% de las mujeres ha sido agredidas por negarse a hacer algo].

- Estos chicos han crecido en los años en los que se ha visibilizado e intensificado la lucha contra la violencia de género, ¿qué ha fallado para que incurran en estos comportamientos?

- Tienen mucha información, más que nunca, pero es como en el ámbito de la sexualidad: no la aplican. Está pasando algo. Cuando voy a los instituos, a charlas con las asociaciones de padres, me doy cuenta de que de forma inconsciente y sutil los adultos siguen metiendo en la cabeza de los jóvenes micromachismos, formas de relación inadecuadas, relaciones donde el amor mal entendido es todo, madres que lo aguantan todo porque creen que el amor hará cambiar a su pareja... toda una mitología que sigue entrando en la cabeza de los niños. Hay un sector importante que cuando llega a la adolescencia pasa de los padres y sobrepasa los límites de violencia. Hay chicos y chicas que no, pero hay un sector importante donde todo está fallando.

- ¿Ha habido un retroceso?

- Sí, estamos llegando a unos límites de violencia que yo no había visto. Yo trabajo en juventud y me muevo por los centros y alucino con las formas de relacionarse que tienen los jóvenes de hoy. Siempre ha habido piques, algún insulto, pero no se llegaba a los límites de hoy. Veo más violencia hacia los profesores también, y hacia los padres, que igual han pecado de exceso de ´colegueo´.

- ¿Persiste la idea de que la vida es para vivir en pareja y el amor es lo que se vende en las comedias románticas?

- Todo viene de las ideas que nos van metiendo en la cabeza. Yo he atendido a chicas de 15 años que están obsesionadas con saber si sus relaciones son ´normales´. Tienen un modelo ideal en la cabeza. El amor romántico que nos venden no se ajusta a la realidad, es un mito que podríamos dividir en otros cuatro: el amor romántico todo lo puede (esto es pensar que la pareja cambiará su forma de ser por amor); el amor verdadero está predestinado y solo hay un amor en la vida; el amor es lo más importante y requiere una entrega total (y por amor se ha de consentir y hacer todo lo que te pida la pareja); el amor es posesión y exclusividad (más allá de si tienes una sexualidad exclusiva pactada con tu pareja, el amor romántico no concibe el que te fijes en otro). En definitiva, el amor romántico es un mito que hace perpetuar una serie de ideas que son érrones. En las comedias románticas además parece que todo lo demás es secundario, las protagonistas renuncian a trabajos y a oportunidades por el amor.

- ¿Hay que renunciar al romentacismo?

- No, se puede tener una relación sana y romántica, en la que ambos aportan. Una relación de construcción, en la que se entiende que es normal que se discuta, y se vive desde el respeto. Pero en el amor romántico sólo aporta uno, como en los cuentos: el príncipe azul que viene a rescatar a la princesa.

- ¿No hemos mejorado un poco en estos mensajes, con personajes femeninos fuertes ?

- Las princesas guerreras, algunas muñecas como las Bratz... ¿tu has visto su apariencia? Están sexualizadas, siguiendo un ideal de belleza dado. Es sutil, pero está ahí. Es como las mujeres que llevan al extremo el arreglarse, será porque les gusta más pero también porque se busca agradar. Es inconsciente pero se sigue perpetuando y los mensajes van adaptándose a las edades. De las series infantiles, a las revistas juveniles, y a las comedias románticas. Nos bombardean. Lo de la media naranja lo sigo oyendo muchísimo.

- ¿Recuerda algún caso de dependencia emocional especialmente exagerado?

- Una chica que no acepta que se ha acabado la relación, no acepta la pérdida, y dice que sin él no puede vivir, que no sabe incluso si quitarse la vida para que él vea que le necesita... Y sigue insistiendo, mandándole mensajes... si fuera al revés, él a ella, sería un tema de acoso, cuidado.

- La información con los jóvenes no está funcionando, ¿cómo atajar este problema entonces?

- Desde el minuto uno tiene que haber agentes coeducadores, no solo en el colegio, hay que implicar a las familias en la igualdad. Es muy complicado. Queda mucho por hacer.

- En las aulas de Balears hoy conviven muchas culturas, ¿ha detectado diferencias?

- Sí, me ha sorprendido por ejemplo la cultura latina, que sigue siendo muy patriarcal. Está muy marcado: tienes que ser buena cocina, buena madre...

- ¿Y en la cultura musulmana?

- Es un tema en el que quiero indagar más. Sí que hay roles muy marcados, pero no sé hasta qué puntos las creencias son ciertas.

- ¿Qué son los micromachismos?

- El cartelito del cambiador de los bebés siempre está en el baño de las mujeres y con la figurita con falda, parece que nosotras somos las cuidadoras siempre. O todo lo que haces cuando llegas sola por la noche a casa, que te pones el móvil en el bolsillo, las llaves a punto... ese passar pena porque eres mujer. Las bromas machistas, los silbidos por la calle, que si vas con un chico al bar el camarero dé por sentado que la bedida alcohólica es para él... aún perduran muchos.

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