Pese a la oposición a la que se enfrentó en las islas, con el paso del tiempo se están constatando los beneficiosos efectos de la ley antitabaco. Desde la entrada en vigor de esta norma, en enero de 2006, hace ahora una década, los fallecimientos por infarto de miocardio en Balears han descendido un 27%.

Esto es al menos lo que reflejan los datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) hasta el año 2013, último curso analizado, ejercicio en el que en las islas murieron por esta causa 286 hombres y mujeres frente a los 392 óbitos que se contabilizaron en 2006, primer año con la ley antitabaco ya vigente.

Desde el servicio de cardiología de Son Espases se congratulan de este descenso aunque lo atribuyen a varias causas, no únicamente a la entrada en vigor de la norma que impidió fumar libremente en los espacios públicos y que ha conseguido reducir este nocivo hábito entre la población.

"Este descenso en las muertes también hay que atribuirlo a la mejora de las técnicas y tratamientos así como a la implantación en el hospital de referencia de la angioplastia primaria", señalan desde el departamento de cardiología de Son Espases.

Tratamiento más rápido

La angioplastia primaria es un tratamiento que permite minimizar los daños del infarto en el corazón así como el pronóstico posterior del paciente. Básicamente consiste en un más veloz diagnóstico y tratamiento del enfermo, en coordinación con los servicios de emergencia del 061.

Así, a un paciente que aparentemente está sufriendo un infarto, con fuerte dolor en el pecho, se le practica un electrocardiograma para confirmar el ataque antes de ser trasladado directamente al servicio de hemodinámica de Son Espases. Allí, sin más preámbulos, el enfermo es sometido a un cateterismo para desatascar la arteria ocluida causante del infarto.

Con esta actuación se evita que una mayor superficie del corazón se necrose por la falta de riego sanguíneo al reinstaurarlo de manera rápida minimizando los daños y favoreciendo la recuperación posterior del paciente.

Desde el servicio de cardiología de Son Espases recalcan que Balears fue una de las primeras comunidades autónomas que generalizó este tratamiento, ahora hace casi diez años, y que esta circunstancia ha favorecido que la mortalidad hospitalaria por esta patología se haya reducido en más de 5 puntos, del 11% al 6%.

Pero no solo a esta técnica cabe atribuirle el descenso en la mortalidad por infarto en las islas. Los especialistas apuntan también a la mejora de los fármacos que permiten tener bajo control el colesterol así como a la "prevención secundaria", terminología que hace referencia a que la gente, más concienciada, fuma ahora menos y hace ejercicio con más regularidad.

Contrariamente a lo que sucede con los infartos, la mortalidad por otras cardiopatías isquémicas provocadas por el estrechamiento de las arterias coronarias ha crecido un 25,3% desde 2006 (el INE recogió 274 fallecimientos ese año) frente a 2013 (367 óbitos).

Por último, otras tablas estadísticas constatan un descenso del 10% en la hospitalización por infarto entre los hombres y del 13,4% entre las mujeres en el periodo 2006-2011. En este último ejercicio se produjeron, respectivamente, 213,4 ingresos masculinos por cien mil habitantes y 84,1 femeninos.

Las hospitalizaciones por cardiopatías isquémicas también descendieron en el periodo contemplado un 38,1% entre los hombres (87.6 ingresos por cien mil habitantes) y un 37,9% entre las féminas (50,1 hospitalizaciones).