Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Opinión

Diego Torres se juzga a sí mismo

Las únicas novedades del interminable monólogo autorizado por el tribunal no figuran en su libro, ´La verdad sobre el caso nóos´

Diego Torres se juzga a sí mismo

El folio 509 del inacabable sumario del caso Infanta informa de la cuenta de Diego Torres Pérez y Ana María Tejeiro Losada "en la entidad Credit Suisse (Luxembourg), S.A.". La comisión rogatoria detalla que "ce compte a à ce jour un solde de 961.666 €", donde la cantidad se entiende en cualquier idioma. Vayamos con las precisiones. El millonario Torres no menciona su importante depósito en un paraíso fiscal, en una sola línea de las 300 páginas también interminables de su libro tostón recién publicado, La verdad sobre el caso nóos. Curiosa omisión, pero sigamos.

A preguntas de la abogada del Estado, el magnate Torres asegura desconocer que Luxemburgo funciona como un paraíso fiscal, ni con el aliciente de que su millón de euros está guardado en un banco eminentemente suizo del ducado de marras. Para entender el trasvase helvéticoluxemburgués, remítase al imprescindible ensayo La riqueza oculta de las naciones, de Gabriel Zucman, pero que la erudipausia celiana no nos aparte del hilo de la historia. Un eminente profesor millonario de Esade ignora la lista de los refugios fiscales europeos, por si necesitábamos más pruebas de la degradación de las escuelas de negocios y de la sobrevaloración de sus egresados.

En el último trecho de este arduo camino, el millonario Torres necesita que los Urdangarin le ayuden en la adquisición de su vivienda con generosos préstamos. Curioso, cuando los duques tampoco podían pagar su palacete de Pedralbes ni arrasando administraciones públicas. Tuvieron que recurrir a la sonrojante donación revestida de préstamo que les hizo Juan Carlos de Borbón. Esta maniobra le valió al Rey una severa reprimenda del juez Castro, ante la imposibilidad de trasladar el reproche hacia la esfera penal.

Un adinerado inversor en Luxemburgo y Suiza implora ayuda para un dispendio inferior a su botín a buen recaudo. La petición de ayuda a los Urdangarin tampoco figura en el libro, ni la ignorancia del autor sobre el concepto de paraísos fiscales. Estos argumentos no estaban todavía diseñados. Para ahondar en el escarnio a los ciudadanos sin 961.666 euros en Luxemburgo/Suiza, el acaudalado Torres se define como "un ahorrador". Es decir, en la línea de Bárcenas, Rato y Pujol. No solo han defraudado y han regularizado en un insulto a sus compatriotas, además se calzan la suficiencia de que poseen virtudes fuera del alcance de sus coetáneos. Deberíamos admirarles, individual y colectivamente. Organizarles otro Forum Illes Balears.

Los silencios librescos de Torres se hacen especialmente ruidosos en los dos capítulos clave de su declaración. El hombre que tenía un millón oculto en un paraíso fiscal se escandaliza cuando Corinna, bajo la advocación de Juan Carlos de Borbón, le propone una cuenta opaca. De nuevo, esta jugosa escena no aparece en un libro que hubiera sido menos soporífero con su incorporación.

Lo mismo sucede con la tutela de la Agencia Tributaria que enarbola el millonario Torres. ¿Qué ha ocurrido entre La verdad sobre el caso nóos y la declaración ante el condescendiente tribunal? Muy simple, las declaraciones colegiadamente inculpatorias de altos cargos del Govern, y media ración del propio Matas. Y sobre todo, el maldito cuñado Tejeiro, que ha dejado expuestas las vergüenzas de su millonario hermano político. Había que innovar a toda prisa.

Torres se ha juzgado a sí mismo, con la aquiescencia del tribunal. Se ha estrenado el autoservicio judicial. Lanzado ante la liberalidad del tiempo a su disposición, no ha desaprovechado la oportunidad de señalar a otro culpable habitual, la oposición política. Todo lo fastidió el PSOE, a quién se le ocurre discutir un Forum miserable, en el que no creen ninguno de los responsables políticos que lo apadrinan. Rebusquen el folio del sumario donde aparecen los contratos de Valencia. Media docena de líneas abstractas para regalar cantidades superiores a las que Torres atesora en Suiza/Luxemburgo.

En un juicio de amplia publicidad, el tribunal debe preservar las garantías autoexculpatorias de todo acusado, faltaría más. Sin embargo, esa notoriedad obliga a restringir el abuso a los damnificados. Ninguna víctima de los Borbón Urdangarin y sus secuaces contará con el espacio de que ha dispuesto Diego Torres para aportar versiones cada vez más fabulosas de lo sucedido, porque el respeto a la verdad impide poner esta palabra en su boca. El enriquecimiento es real, ahí está "ce compte". Los foros fueron una piltrafa sin otro objetivo que camuflar el saqueo de Balears y Valencia.

Compartir el artículo

stats