Pere Muñoz Perugorria (Palma, 1971) es el elegido por Biel Barceló (Més) para ocupar la vacante al frente de la Agencia de Turismo de Balears (ATB) que dejó hace una semana Miquel Àngel Roig, que abandonó el puesto a los cuatro meses tras recibir una oferta laboral mejor. El vicepresidente y conseller de Turismo comunicó ayer mismo el nombre del nuevo gerente a los miembros del comité de dirección de la ATB, la empresa pública encargada de organizar la promoción y la acción turística del Govern balear.

Mientras la opinión pública debate y se indigna a diario por el fenómeno de esas "puertas giratorias" que colocan a políticos en empresas sobre las que antes han decidido y a empresarios a gestionar políticas que afectan a sus pasadas empresas, la puerta gira y el Govern contrata un nuevo cargo: Pere Muñoz, que no se incorporará al puesto hasta después del mes de marzo.

Según explicaron fuentes de la conselleria, el expolítico y empresario que ahora vuelve a primera línea necesita un par de semanas para desvincularse formalmente de sus negocios, precisamente centrados en el sector turístico sobre el que ahora decidirá. Según explican fuentes de su entorno y de Més, Muñoz trabaja para una firma catalana de consultoría y detenta en la actualidad la empresa Iru, una sociedad dedicada a la explotación turística que hoy comparte con su socio Rafael Durán, otro expolítico controvertido: Durán fue teniente de alcalde del PP en tiempos de Catalina Cirer y está imputado dentro del sumario del Palma Arena, después de haber presidido el Consorcio que dirigió la construcción del pabellón que ha llevado al expresidente Matas a la cárcel.

PSM y UM

La carrera política de Pere Muñoz no ha estado sin embargo ligada al PP, como la de Durán, sino al nacionalismo, con una etapa en la que fue dirigente del PSM y otra en la que coqueteó con la extinta UM de Maria Antonia Munar. Es de hecho un viejo conocido de Pere Muñoz el hoy vicepresidente y líder de Més y PSM, Biel Barceló, quien le nombra ahora para el puesto con el que vuelve a la nómina pública y política (53.464 euros brutos al año cobrará en el puesto).

Aunque Barceló y Muñoz no siempre se llevaron bien. Más bien al contrario. En 2002 los dos políticos mantuvieron un duro enfrentamiento en el seno del PSM: el hoy vicepresident trataba de ser candidato a la alcaldía de Palma, pero Muñoz frustró el proyecto de Barceló y se convirtió en concejal, puesto que ocupó de 2003 a 2006. Antes ya había ejercido en cargos relevantes en el PSM. Fue coordinador de Cultura y Patrimonio del Consell Insular (1997-1999) y director general de Cultura del primer pacto de Progrés (1999-2003). La derrota electoral tras esa etapa le devolvió a la política municipal, donde se impuso a Barceló en 2003, que en 2006 le devolvió la jugada y lo descabalgó del partido.

Privatizando Lluc

Abandonó el PSM y se aproximó entonces a la Unió Mallorquina de Munar. Con sus nuevos vínculos consiguió un programa en Televisión de Mallorca. Posteriormente su actividad se ha ido vinculando poco a poco a la Iglesia mallorquina. Pere Muñoz fue nombrado en 2014 por el actual obispo, Javier Salinas, miembro del Consejo Diocesano de Asuntos Económicos del Obispado. Por el camino, la empresa que comparte con Rafael Durán se ha encargado de la privatización del párking de Lluc, antes gratuito y hoy de pago. También se han hecho con la explotación como alojamiento turístico del propio monasterio y de otros activos que son parte del patrimonio de la Iglesia, como el santuario de Cura. Habitual colaborador de medios de comunicación, saltó a la actualidad cuando, a la vez que explotaba turísticamente el monasterio de Lluc, salía en defensa de su prior, investigado por un presunto caso de abusos.

El permanente viaje de ida y vuelta de Pere Muñoz, antes de la política cultural a la empresa de gestión cultural, y ahora de la empresa turística a la dirección política del turismo, se completará en unos días con su nombramiento por parte de Biel Barceló. El vicepresidente y antes rival político de Muñoz ya lo había pensado nombrar antes para el cargo, pero el fiasco con algunos de sus primeros nombramientos y las críticas dentro de Més por el fichaje de cargos ajenos a las bases del partido, dieron al traste con la operación y llevaron a la elección de Miquel Àngel Roig. La estampida de Miquel Ángel Roig le da a Barceló la segunda oportunidad de colocar a Pere Muñoz, un nombre que, a tenor del sondeo realizado por este diario entre militantes de Més y socios de Govern en el Pacte, genera pocas simpatías y aún menos confianza.