Amaina la hostilidad, pero las discrepancias de peso siguen vivas. La reunión de ayer entre el PSOE, Podemos y Més -sumidos en una grave crisis de confianza- no supuso ningún cambio sustancial en sus deterioradas relaciones, pero sí constató la voluntad de los tres partidos de salvar sus diferencias para sacar adelante el futuro impuesto turístico. Por contra, también quedó patente que mantienen su fuerte desencuentro por la creación de la facultad de Medicina. No obstante el Govern anuncia que seguirá adelante con el proyecto, pese a la oposición de Podemos.

Los representantes del tripartito han fijado dos reuniones más para la semana que viene, una para salvar los escollos de la ecotasa y otra para definir el estado de salud del Pacto. No hay riesgo de ruptura del Pacto, pero sí unanimidad en que hay que reconducir la situación.

En el encuentro de ayer solo se consensuaron una decena de enmiendas de Podemos al impuesto turístico, que sus socios de PSOE y Més aceptan total o parcialmente. Por ejemplo, se suprimirá la exención del pago del gravamen para todos los trabajadores de una misma compañía hotelera, sus empresas asociadas o subcontratadas, prevista en el texto actual. También hubo acuerdo en la enmienda de Podemos para que una de las finalidades del impuesto sea el fomento de la creación de empleo en temporada baja.

Cuestiones menores

Aun así, todas las enmiendas aceptadas son de bajo impacto, "quedan las que tienen mayor calado político y social", recordó el diputado podemista de Eivissa Aitor Morrás. El próximo miércoles por la tarde se analizarán estas exigencias del partido morado, que condicionan su apoyo al impuesto y que chocan hoy por hoy con socialistas y ecosoberanistas.

Morrás recalcó que Podemos mantiene su enmienda sobre la territorialización, que pretende "un reparto justo" entre todas las islas de los fondos recaudados por las estancias turísticas. En este punto, que fue el desencadenante de la bronca del pleno del día 16 entre Més y los podemistas, por ahora se ha logrado que el articulado de la ley no hable de porcentajes ni fórmulas matemáticas para la distribución, como plantea Podemos.

El visto bueno no se alcanzó en la reunión de ayer, sino ya el martes en conversaciones informales entre Podemos y el Govern, explicó Morrás, quien a su vez deja claro que el reparto equitativo de los ingresos del impuesto es irrenunciable. "Nos va bien que en lugar de aparecer en el texto de la ley, se fije en el reglamento [que desarrollará la ley] o mediante otro acuerdo firmado, pero deberá estar garantizado el equilibrio territorial", enfatizó.

"Todos los partidos, incluido el PP, estamos de acuerdo en que el reparto del dinero se haga según criterios de proporcionalidad y solidaridad, ahora hemos de ver cómo trasladamos eso a la ley", terció Pilar Costa (PSOE) en la polémica. No será el reparto el único obstáculo; Podemos también rechaza que se destine la recaudación del tributo a construir residencias, reclama finalidades más medioambientales, "porque ahora no es un impuesto eco", o que al menos un 30% de los proyectos sea decidido por la ciudadanía.

PSOE y Més estudian una salida a este bloqueo, convencidos -tras una semana en la que se han apaciguado los ánimos- de que la llamada ecotasa finalmente tendrá el apoyo de Podemos. La portavoz de esta formación, Laura Camargo, afirmó ayer que "hay cuestiones en las que continúa el desacuerdo, pero estamos en el momento de tratar de salvar este impuesto del cambio".

Donde el consenso se antoja ya imposible es con la facultad de Medicina. Los representantes de Podemos mostraron una vez más su enérgica oposición, especialmente Daniel Bachiller, pero PSOE y Més ya han tomado una decisión: el grado universitario se implantará sí o sí. El Ejecutivo considera que debe ir de la mano con la UIB, que ha dado luz verde a los estudios pese a un tenso debate interno. El Govern es consciente de que en el seno de la propia Universidad la facultad de Medicina provoca controversia, pero se agarra al resultado de la votación del consejo de gobierno de la institución, que por un aplastante resultado (39 votos favorables frente a 1 en contra y 1 abstención) se decantó porque se imparta la titulación.

"Es un desacuerdo que tenemos con el Govern desde el principio", recordó Aitor Morrás. Para Podemos la facultad de Medicina "no es una prioridad en estos momentos, y el dinero debe destinarse a cuestiones más urgentes para la ciudadanía, como la eliminación de las listas de espera", reitera Camargo. Con todo -y al contrario que con la ecotasa, que debe pasar por el Parlament- Podemos no puede frenar la facultad, y solo le queda el berrinche. De ahí que PSOE y Més se relajen pensando que todo quedará en una divergencia programática, sin mayor recorrido. Lo que de verdad les inquieta ahora es el rumbo que toman las negociaciones en Madrid para formar Gobierno, por las consecuencias que tendrá en Balears si Podemos queda excluido. Entonces sí que habrá algo más que rabietas.