La conselleria de Educación ha creado el primer protocolo contra el acoso escolar, que establece una serie de pautas concretas a seguir cuando un centro educativo detecte un posible caso de bullying. Varios colegios e institutos ya tenían su propio plan, pero no era algo obligatorio. Ahora se garantizará que todos los centros sepan qué pasos dar.

Así lo explicó ayer la directora del Institut per a la Convivència i l´Èxit Escolar (Convivèxit), Marta Escoda, quien subrayó que en primer lugar el foco quieren ponerlo en la sensibilización, prevención y formación (el próximo mes empezarán a ofertar una serie de cursos).

La idea es garantizar una actuación coordinada y rápida. Los centros han de fijar sistemas de notificación -pueden establecerse buzones para que se hagan denuncias anónimas, sugirió Escoda- y en cuanto llegue un aviso, se ha de informar al director que designará un profesor que hará de ´referente´. Si el caso no es grave -"y la mayoría no lo son", se indicó- y no hace falta tomar medidas de protección inmediatas y dar un "aviso externo", el referente tiene cuatro días para entrevistarse con quien ha dado el aviso (si se sabe); hablar con la víctima y su familia; hacer un sociograma en la clase y montar una reunión con un grupo de alumnos designados como ´observadores´. A continuación el referente, el director, el tutor y el orientador valoran los datos y determinan si se trata de un episodio de acoso. Si lo es, se organiza ya una entrevista con el acosador y su familia y en primera instancia se apuesta por un enfoque "educativo y no represivo o punitivo"; no buscando tanto culpabilizar sino "responsabilizar". En un máximo de dos semanas tiene que haberse hecho toda la intervención.

Este protocolo permitirá además tener datos objetivos sobre los casos de acoso escolar que se dan en Balears, ya que los directores deberán notificarlos. En este sentido, la directora de Convivèxit indicó que hay muchas estadísticas fruto de investigaciones poco rigurosas y que consideran acoso escolar episodios aislados que no lo son. Constató sin embargo que cada vez hay más preocupación por este tema y que la mitad de consultas que recibe el instituto están relacionadas con el bullying.

Escoda precisó que los alumnos de entre 10 y 13 años (entre 5º de Primaria y 2º de ESO) forman parte del grupo de riesgo. La experta en convivencia señaló que los acosadores suelen ser niños con pocas habilidades sociales que entienden la fuerza y el poder como manera de hacer amigos.