El Consell Escolar (CEIB) ha hecho ya su informe sobre la orden de admisión de alumnos que le presentó la conselleria de Educación y que planteaba aumentar el número de plazas por grupo que cada centro educativo debe reservar para alumnado inmigrante. El máximo órgano de consulta del sector pide en su informe que Educación aclare hasta cuándo se ha de mantener esta reserva.
Es un tema que tiene su polémica y no es la primera vez que se pone sobre la mesa. La orden que quiere aprobar Educación señala que los colegios deberán reservar un mínimo de cuatro plazas por clase en los grupos de niños de tres años (primer curso del segundo ciclo de Infantil) y un mínimo de cinco plazas por clase en los cursos sucesivos para los alumnos con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo (NESE), categoría que incluye al alumnado nouvingut, así como a los estudiantes con necesidades especiales (con discapacidad psíquica, por ejemplo). En Balears, los estudiantes de otros países u otras comunidades representan a la mayoría de estudiantes NESE del sistema. Este número de plazas supone un aumento respecto a la normativa vigente (aprobada en 2012 por el exconseller del PP Rafael Bosch) hasta ahora los centros solo debían bloquear tres plazas para alumnos NESE en todos los cursos educativos y solo hasta junio.
No se especifica en la orden
En declaraciones a este diario, el director general de Planificación, Ordenación y Centros, Antoni Morante, aclaró que su idea es que estas plazas queden bloqueadas hasta finales de septiembre, pero este plazo no aparece en la orden y por eso el CEIB ve necesario que se especifique. Pide además fijar un máximo de plazas a reservar para que no haya desequilibrios de un centro a otro.
Según argumentó Morante, el objetivo de reservar estas plazas hasta septiembre es favorecer una distribución equilibrada del alumnado inmigrante entre los centros. Cabe recordar que los datos señalan que ocho de cada diez alumnos extranjeros acuden a centros públicos y solo dos van a concertados. Una vez finalizado el periodo de reserva, los alumnos llegados de otros países o regiones se distribuyen a través del servicio de Escolarización, según los centros en los que quedan plazas.
Escola Catòlica, la patronal mayoritaria del sector concertado y a la que pertenecen los centros con más demanda, ha sido la entidad del Consell Escolar que más alegaciones ha presentado a la orden. Ha pedido más flexibilidad y que el número de plazas a bloquear pueda variar de un barrio a otro en función de su realidad.
Escola Catòlica rechaza que se reserven estas plazas hasta septiembre agarrándose al argumento de la libre elección de centro y alegando que de esta manera se perjudica a las familias mallorquinas, que quedarían todo el verano sin saber si finalmente habían logrado plaza en el colegio deseado.
Así lo argumentó ya la patronal en 2008 cuando la consellera socialista Bárbara Galmés ya trató de bloquear tres plazas para estudiantes inmigrantes hasta septiembre. Se encontró con el rechazo de Escola Catòlica y de su socio de Govern: Unió Mallorquina. La presión de UM finalmente logró que la reserva de plazas para estudiantes nouvinguts se mantuviera solo hasta junio.
Eliminar el punto de los centros
El Consell Escolar -cuyo informe es preceptivo pero no vinculante- ha solicitado también en su informe eliminar el punto que los centros educativos pueden otorgar a los alumnos que piden plaza durante el proceso de escolarización. Cada colegio o instituto puede elegir cómo repartir ese punto en base a uno o varios criterios complementarios: el más frecuente es ser hijo de antiguo alumno, pero también puede ser hijo de familia monoparental o haber asistido a la escoleta de pago del centro concertado, por mencionar algunos. Los colegios deciden qué criterio o criterios suponen puntuación.
El informe del CEIB pide eliminar este punto extra que dan los centros al creer que "puede vulnerar el derecho a la igualdad de oportunidades y el de la libre concurrencia."
