“Tenemos que saber de qué hemos de morir; así no podemos seguir”. El lamento mezclado con indignación proviene de un cargo del Pacto, y lo dirige hacia sus socios de Podemos. En teoría, porque el tripartito anda sumido en una “crisis” cuya gravedad ya nadie disimula.
La fuente confiesa que el martes pasado PSOE y Més buscaron escenificar, en el caldeado pleno que dio luz verde a la nueva ecotasa, la “ruptura” con Podemos. No hubo esfuerzos in extremis para abortar la abstención del partido morado, máxime al saber socialistas y ecosoberanistas que El Pi les iba a salvar la papeleta con el impuesto turístico. “Llegamos a esa situación [incluso con Biel Barceló y Fina Santiago a gritos con los diputados de Podemos] porque la forzamos, era necesario que se viera -no solo dentro, también fuera- que estamos en crisis”, redunda el informador.
PSOE y Més están cansados de la “racha” de los últimos meses: Podemos acusando al Govern de dar dinero a las multinacionales eléctricas con su decreto de pobreza energética; Podemos tachando el plan de lenguas extranjeras de “un TIL”; Podemos en contra de la facultad de Medicina; Podemos dejando en minoría al Govern con la ecotasa. “Continuamente nos montan un golpe de Estado”, llega a calificar este político la actitud de los podemistas. “Cierras acuerdos con ellos en las reuniones, y luego salen en rueda de prensa y te pegan dos hostias ¡Ya está bien!”, protesta.
Reunión pospuesta por la tensión
El miércoles pasado, después de la polémica sesión, estaba convocada una reunión ordinaria de seguimiento del Pacto. Se suspendió de mutuo acuerdo entre los tres partidos porque los ánimos estaban demasiado encendidos. “Primero tenía que bajar el suflé”, ilustra un diputado del PSOE. Transcurridos varios días de calma tensa, toca ahora la catarsis. No será tranquila, “les tienen que quedar las cosas muy claras”, abunda el cargo citado en primer lugar.
El viernes, unas declaraciones de la diputada podemista Montse Seijas, en compañía de Aitor Morràs, añadieron más leña al fuego. La menorquina recalcó que “veinte diputados del PP y los 10 de Podemos suman una nueva mayoría”. De inmediato le replicó David Abril en Facebook. “Más claro, agua, estoy de acuerdo: solo hay dos mayorías posibles, o con la izquierda o con la derecha”. El diputado de Més concluía con sorna: “Haber elegido muerte” (por la gracieta infantil ‘susto o muerte’). En la misma cuenta, el vicepresidente Biel Barceló fue uno de los que expresaron su malestar con las declaraciones de Seijas. No en vano los de Més son los más indignados con todo este vodevil. “Podemos juega a desmarcarse de todo lo que hacemos nosotros, nuestras bases no quieren saber nada de ellos”, resume el malestar un dirigente de la formación. Por contra, los socialistas parecen jugar a ser ‘el poli bueno’, quizás hasta que Pedro Sánchez despeje las incógnitas en Madrid.
O apoyar a PSOE y Més, o aliarse con el PP. No hay otra vía. Es el ultimátum que se trasladará ahora a Alberto Jarabo, Laura Camargo y el resto de parlamentarios podemistas. Para que elijan el camino de ahora en adelante. La tendencia actual “solo nos desgasta a todos, incluido a ellos, aunque no quieran verlo”, sentencia el cargo que defiende al Govern.
En una nueva vuelta de tuerca, ayer Més y Podemos volvieron a enzarzarse en cruces de acusaciones y críticas. “Ha aumentado la distancia comunicativa con el Govern”, aseveró el líder de Podemos. Jarabo acusó al Ejecutivo de Francina Armengol de “romper acuerdos parlamentarios y los compromisos de los acuerdos por el cambio”, y criticó el reciente nombramiento de nuevos cargos de libre designación y una vez más que se haya encontrado dinero para la facultad de Medicina.
“Hay un casta de funcionarios que muchas veces no facilita la acción política, y eso [cambiarlos] es un tema de detalle de gestión cotidiana”, le respondió después David Abril. “Como Podemos no está gobernando, no lo entiende”, abundó. El diputado recordó que el Govern Bauzá incrementó el número de altos funcionarios, y defendió su relevo en los puestos de libre designación porque “una parte de este funcionariado no facilita las cosas” al Ejecutivo de izquierdas, y hay muchos “choques”.
“Podemos ha decidido vigilar el cambio pero no gestionarlo; tiene que definir su papel”, reiteró Abril la exigencia de PSOE y Més a los podemistas. Teniendo en cuenta que él era el gran amigo de Podemos y quien impulsó el Pacto, da idea del nivel de hostilidad que se ha alcanzado.
