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Jaume Font liquidó la primera ecotasa y salva la segunda

Jaume Font, por entonces conseller de Medio Ambiente de Matas, en el pleno del Parlament de octubre de 2003 que derogó la ecotasa auténtica. El líder de El Pi votó la eliminación del mismo impuesto que esta semana ha rescatado en otra votación parlamentaria.

Antes incluso de corromperse, James Matas suprimió la primitiva ecotasa a su retorno al Govern en 2003, después de haber cobrado durante meses un subsidio de la caja B de Luis Bárcenas. En el desmantelamiento de la iniciativa ecológica participó en vanguardia su conseller de Medio Ambiente, un tal Jaume Font. En efecto, desde el PP eliminó el mismo impuesto que acaba de rescatar esta semana con su abstención al frente de El Pi.

Lo que Font os quitó, Font os lo devolvió, el pobler adquiere una estatura casi divina. Nuestra imagen de hoy lo muestra en el pleno parlamentario del 21de octubre de 2003, poco después de votar la derogación de la ecotasa auténtica que Matas se había impuesto como medida de agradecimiento a los hoteleros. A su lado, Margalida Moner, consellera de Agricultura y posterior directora del Teatro Principal, por razones ignotas en ambos casos.

Font eliminó una ecotasa para imponer otra. Juzguen ustedes si ha cambiado el presidente de El Pi o ha cambiado la ecotasa. A nuestro pésimo juicio, su viraje aporta una prueba adicional de la falsificación a cargo de la Baronesa Armengol. El impuesto fue sustituido por la esperpéntica Tarjeta Verde, donde el único ingrediente ecológico era su color. No se adquirió prácticamente ninguna, se amontonaron en las trastiendas de la recepción de los hoteles y en húmedos almacenes del Govern.

Es una lástima que el despilfarro en tarjetas verdes no fuera investigado a fondo por Anticorrupción. El entonces conseller Font se mostró tan cuidadoso en matizar su oposición a la ecotasa como hoy en delinear su apoyo cauteloso a un impuesto turístico que no ecológico. No quiere que lo confundan con el reserva de Podemos. Y el Govern de izquierdas se equivoca si piensa que el apoyo de El Pi le saldrá gratis. Tendrán tiempo de añorar a Maria Antònia Munar, socia de Font cuando liquidó la ecotasa auténtica. En el exterior, la imputada Cristina Cerdó capitanea la revuelta de los privilegiados del Consell de Mallorca, para mantener el sobresueldo vitalicio del nivel 33. Tanto esta política ejemplar como el conjunto de altos cargos de Unión Mallorquina merecen sin duda el complemento. Lo raro es que haya quedado dinero en la caja para pagárselo.

Bankia no devuelve el dinero a los accionistas de Bankia, usted devuelve el dinero a los accionistas de Bankia. En concreto, cada mallorquín pagará treinta euros a los inversores que se creyeron más inteligentes que los demás, y apostaron miles de euros a favor de Rodrigo Rato. Este titiritero sigue en la calle, a la espera de su próxima black card y de su próximo veraneo mallorquín en yate.

Disponemos de sobrada corrupción propia, para que nos obliguen a cargar con los yates de escándalos ajenos. No solo le ponemos embarcación de recreo a Rato en Santa Ponça, también las travesías de Sonia Castedo rumbo a Eivissa figuran en el sumario del caso Brugal. La exalcaldesa de Alicante viajaba gratis total, gentileza del constructor Enrique Ortiz “ya no me quieres”. Por no hablar del yate basado en el Club de Mar que Javier López Madrid, yerno de Villar Mir investigado en la operación Púnica y en Son Espases, ponía a disposición de Marjaliza y de Francisco Granados para que contaminaran el “mar balear”, en la acertada definición nacionalista de Alexandre Forcades.

El PP asegura que no se corrompen los partidos sino las personas, sin aclarar por qué se corrompen tantas personas del PP. Se ha desatado un movimiento crítico y críptico entre los populares palmesanos, para comparar peyorativamente la constitución de una gestora en Madrid bajo la presidencia de Cristina Cifuentes, en tanto que el partido viene presidido en Palma por el imputado José María Rodríguez. Los díscolos no se explican la diferencia entre este otro conseller que también suprimió la ecotasa verdadera y la dimitida Esperanza Aguirre.

Por supuesto, el PP palmesano prosigue con su actividad a velocidad de vértigo. Tres reuniones de las comisiones de la junta territorial de Palma, celebradas esta semana, han sumado un total de 19 asistentes. La cifra incluye presidentes, secretarios, concejales y los infiltrados para cerciorarse del fracaso de las convocatorias. A una de estas cumbres locales asistieron el presidente y un militante. Mano a mano, aunque es Jaume Font quien se frota las manos en la competencia.

Ni el PP de Palma podría superar la cadena de omisiones, ocultaciones, falsedades y mentiras acumuladas por el actual consistorio progresista palmesano en el nombramiento del nuevo contable de la Fundación Miró. El domingo pasado ya les alertábamos sobre la curiosa obsesión de Cort por obviar la filiación y los estudios mallorquines de Francisco Copado, a quien hasta la fecha no alcanza responsabilidad alguna del atolladero en que le ha metido la autoridad incompetente.

En efecto, esta semana se ha demostrado la intencionalidad de la maniobra, cuando hasta Cort confiesa que el elegido en concurso público no cumple con los requisitos. Es decir, lo nombraron a sabiendas de que no reunía las condiciones impuestas. Hasta un triste periodista puede concluir que el procedimiento es nulo de pleno derecho. Los responsables políticos presentes en la farsa de selección deberían darse una vuelta por la Escuela Balear de Administración Pública, para ilustrarse sobre los procedimientos administrativos viciados y sus consecuencias.

A propósito, ¿hay algún abogado en Cort? Nuestro único requisito inquebrantable es que el designado sea mallorquín, con todas las prevaricaciones que sean menester. Ya me he vuelto a quedar sin tiempo de explicarles las próximas acciones judiciales de BMN contra Sa Nostra. Vean El botón de nácar, si pertenecen al club de degenerados que amamos los documentales. Despierta el apetito por aprender.

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