Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Turismo

Constructoras y sindicatos critican los ritmos de trabajo inasumibles que imponen los hoteleros

Empresas que desarrollan obras de modernización y UGT coinciden en que se obliga a los obreros a soportar unas cargas laborales que pueden tener consecuencias negativas

Este invierno está siendo especialmente intenso en la ejecución de obras de modernización hotelera. Krisztian Bocsi/Bloomberg

"Esta siendo una locura", asegura el representante de una empresa constructora dedicada a la ejecución de obras de modernización hotelera para definir las presiones que están sufriendo para concluir los trabajos a tiempo. "Nos dan dos meses para desarrollar proyectos para los que serían necesarios seis", se añade desde el sector. La denuncia es respaldada por los sindicatos, desde los que se critica con dureza los ritmos con que se está haciendo trabajar a los empleados de estas empresas.

Nunca había habido tantas obras de modernización en establecimientos turísticos como durante este invierno, pero tampoco había habido nunca menos tiempo para poder ejecutarlas a causa de una temporada alta de 2015 que se prolongó más de lo que venía siendo habitual y una Semana Santa de 2016 que va a llegar en unas fechas inusualmente prematuras.

Las empresas constructoras consultadas añaden otros problemas que ya detectaron en ejercicios anteriores: las demoras que algunas Administraciones públicas registran a la hora de tramitar las correspondientes autorizaciones, pero también las de las propias empresas empresas hoteleras "que en pleno mes de noviembre siguen sin tener su proyecto perfectamente definido", lo que retrasa el inicio de los trabajos y obliga a realizar sobreesfuerzos en la ejecución de las obras para cumplir los plazos pactados.

Los primeros perjudicados por estas situaciones son los empleados de las empresas constructoras, que en muchos casos se ven obligados a realizar jornadas excesivas o a renunciar a días de libranza, un problema detectado por las organizaciones sindicales, según destaca la secretaria general de la federación de construcción de UGT en las islas, Sonia Saavedra, que no oculta su principal preocupación: con esos ritmos de trabajo, en ocasiones se descuidan las medidas de prevención "y luego pasa lo que pasa", en referencia a los graves accidentes que se pueden producir.

En su opinión de Saavedra, la proliferación de este tipo de situaciones durante los últimos años hacen necesaria la actuación de la Inspección de Trabajo para intentar frenarlas, aunque en este aspecto valora los cambios en la planificación de este departamento, impulsados por el actual Govern balear.

Proyectos sin completar

Según la representante de UGT, estas situaciones han llegado a un punto en el que incluso resulta imposible completar a tiempo los trabajos encargados, lo que obliga en algún caso a realizar una ejecución parcial de las obras previstas, que deben de ser completadas durante el invierno siguiente, hechos confirmados igualmente desde alguna empresa constructora.

El problema al que se enfrentan estas últimas es que la necesidad de completar las obras en la fecha marcada se explica porque si el hotelero no abre su establecimiento a tiempo es penalizado por el tour operador por no poder atender los clientes que le envía. Pero no se oculta que en muchas ocasiones hay una notable falta de realismo a la hora de diseñar proyectos de reforma muy ambiciosos y marcar el tiempo en el que éstos deben desarrollarse.

Todo ello con un factor que agrava aún más la situación de las constructoras: pese al notable repunte que se está detectando en la actividad del sector, sigue habiendo más empresas que trabajo, lo que implica entrar en una guerra de precios a la baja para poder hacerse con alguna de estas obras, agravada por la competencia que llega de constructoras de algunas zonas de la península que aplican a sus plantillas convenios de su región con costes más reducidos.

El hecho de tener que ajustar tanto el precio que se va a cobrar al hotelero hace que sea muy difícil poder asumir los desembolsos que serían necesarios para compensar a sus empleados por las horas extras realizadas o las jornadas que se realizan en festivo.

Compartir el artículo

stats