Bruselas aprobó a finales del pasado mes de noviembre el nuevo Plan de Desarrollo Rural que concluirá en el año 2020. A Balears, si se relanzan todas las ayudas, le corresponderán unos 140 millones de euros. Lo que ocurre es que en este caso el Ministerio de Agricultura ha bajado de forma muy importante su prestación, alrededor del 7%, y El Govern y la Unión Europea deberán sufragar el resto.

Guillem Rosselló, gerente del FOGAIBA, el organismo de Agricultura que gestiona las ayudas agrarias y pesqueras, explicó que el principal problema de la pérdida de los 12 millones de euros son los proyectos presentados que son revocados por deficiencias o los mismo agricultores que deciden parar la inversión. "Debemos agilizar la revisión y revocación de los proyectos para evitar que al final quede dinero sin utilizar", argumentó. De hecho, el Govern ya trabaja para que no ocurra lo mismo en este nuevo PDR que tiene una vigencia hasta el año 2020.

Por otra parte, se ha criticado desde el sector el retraso en los pagos de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) que gestiona Agricultura. De hecho, los datos del FEGA apuntan a que Balears es de las últimas comunidades autónomas en volumen de pago de ayudas de 2015 a sus agricultores con solo el 53%. El montante total asciende a unos 27 millones de euros. Sin embargo, Rosselló desmintió estas cifras. Aseveró que en estos momentos están en torno del 78% y que las que van retrasadas son las llamadas ayudas acopladas a las ovejas que se está a la espera de que el Ministerio realice el reparto.

A todo ello hay que añadir que se aplicó un nuevo sistema de valoración de las ayudas y el anterior Govern adquirió un problemático sistema informático del Ministerio.