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Ecotasa

La patronal del alquiler aconseja a los propietarios no pagar el impuesto turístico

El tributo se aplicará desde mayo, pero hasta noviembre no está previsto que se regularice el arrendamiento a viajeros en edificios residenciales - Los dueños de pisos se niegan a asumir una obligación mientras no se les den derechos de explotación

La presidenta hotelera, Inma Benito, charla con el presidente de los apartamentos turísticos, Juan Estarellas, en Fitur.

Insumisión fiscal. APTUR, la patronal que agrupa a los propietarios de apartamentos que se alquilan a turistas, aconseja a los dueños de viviendas que no recauden a los viajeros el nuevo Impuesto de Turismo Sostenible del Govern balear, cuya entrada en vigor está prevista para el mes de mayo. La razón se resume en un argumento expresado por los portavoces del colectivo: los propietarios no están dispuestos a asumir nuevas obligaciones fiscales mientras el Govern les mantiene en un limbo legal limbo legalque les priva de derechos.

Es decir, si a ojos de la administración pública no existen, no se les puede exigir que paguen impuestos. O traducido: los propietarios de viviendas que se alquilan a turistas, tanto los que lo hacen de forma reglada en zonas y edificios autorizados como los que lo hacen en el limbo legal que es arrendar a visitantes en edificios de uso residencial, quieren que se regularice su situación. Que se les deje alquilar. Entonces estarán encantados de pagar impuestos, dice el presidente de la patronal APTUR, Juan Estarellas.

El problema así es de plazos. Simplemente, la regularización del alquiler turístico no estará lista antes de que se empiece a cobrar el nuevo impuesto. La única opción para hacerlo a tiempo sería que la Conselleria de Turismo recurriese a la vía de la urgencia, articulada en forma de decreto ley. Pero el propio vicepresident de Turismo, Biel Barceló (Més), se ha mostrado contrario a esta opción cuando se le ha preguntado.

Según el propio Barceló, el Govern balear tiene previsto regular el alquiler a turistas en edificios residenciales con la reforma que planea para la Ley General Turística. Pero el debate de esa reforma ni siquiera ha comenzado, pese a que en la Conselleria de Turismo aseguran que la modificación estará lista para el mes de noviembre de este año. En el poco probable caso de que lograsen para entonces el consenso que ni siquiera han empezado a buscar, el problema seguiría siendo el mismo: el nuevo impuesto turístico se aprobará está primavera y entrará en vigor para esta temporada, ya en mayo, con lo que quienes alquilan viviendas a turistas en zonas residenciales estarán todo el verano como hasta ahora, en un limbo legal. Por lo que continuarán arrendando en unos casos (la mayoría) en negro y en otros conforme a la Ley de Arrendamientos Urbanos, pese a que están dando un servicio turístico de difícil encaje en esa ley, más aún después de la prohibición expresa vigente en la Ley Turística actual, aprobada por el anterior Govern (el de Jose Ramón Bauzá, PP).

La “chapuza”

La preocupación es así grande. Tanto en el Govern, como entre los propietarios de apartamentos y entre sus mayores enemigos (que no está claro que competidores), los empresarios hoteleros. En el Govern, por una parte, son conscientes de que las prisas derivadas de las presiones políticas (de Podemos y buena parte de Més) para poner en marcha la nueva versión de la ecotasa prometida en campaña han generado un escenario “chapucero”, como lo define sin reparo un alto cargo del Govern: le intentarán cobrar un impuesto nuevo a una oferta turística a la que, a día de hoy, se le prohíbe la existencia (el alquiler en apartamentos residenciales).

¿Por qué se recurrió a tal “chapuza”? Pues según explican las mismas fuentes, la presión hotelera para que se le cobrase a todos el tributo que se les impone a ellos llevó a esta solución que no soluciona nada, porque los apartamentos siguen en un limbo legal y sus propietarios no pagarán un impuesto por una actividad que no se les deja realizar.

Conferencias de propietarios

De ahí a su vez la inquietud de los dueños de apartamentos en muchos casos comprados para rentabilizarlos turísticamente, que se dirigen a su patronal en busca de consejo, más después de oír que el Govern Armengol promete perseguirles al tiempo que promete regularizar su situación. Entre promesa y promesa, un certeza: el impuesto, que obligará desde mayo a los huéspedes de apartamentos que se comercializan como turísticos pero aún no tienen derecho a hacerlo a pagar un euro por visitante y día.

Toda una paradoja (obligaciones turísticas para quienes no tienen derechos turísticos), que lleva a Juan Estarellas a insistir en el consejo: “Los propietarios nos están preguntando cómo actuar, pero les decimos que mientras no estemos regulados, pues nada, que no hagan nada por ahora. Otra cuestión son los apartamentos turísticos regulados, que en cuanto esté el reglamento del impuesto y se sepan los formularios, habrá que ver cómo se paga”.

Para fijar postura y resolver dudas de cara a las negociaciones de los próximos meses y la entrada en vigor del Impuesto de Turismo Sostenible, la patronal balear APTUR celebrará una conferencia el viernes 19 de febrero (el próximo) y otra el día 9 de marzo. En ambas citas se reiterará la recomendación de no pagar el nuevo tributo hasta que se aclare la situación legal de los apartamentos.

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