Los padres de los dos guardias civiles asesinados por ETA en Mallorca en el verano de 2009 se quejaron ayer ante el presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro, de la "impunidad total" que existe en este crimen y de que el etarra Aitor Elizarán, que vinculan a este atentado, se encuentre todavía en libertad.

Tras la reunión, el padre de Diego Salvá, Antonio Salvá, explicó a los periodistas que tanto él como el padre de Carlos Sáenz de Tejada, José Antonio Sáenz de Tejada, han expuesto a Navarro su "queja" por que el exdirigente de ETA quedara en libertad el pasado 15 de enero por orden de la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela.

Los dos padres plantearon la recusación de Lamela, que instruye una causa contra Elizarán y otros cuatro dirigentes etarras por delitos de lesa humanidad, después de que lo dejara libre -estaba en busca y captura- tras presentarse voluntariamente en el juzgado.

Ahora, su compañero, el juez Eloy Velasco se encarga del caso, pero ha decretado la suspensión de la causa hasta que se resuelva la recusación y por ello no se ha celebrado aún la vista en la que se debían fijar las posibles medidas cautelares contra el etarra.

Según Antonio Salvá, el presidente de la Audiencia Nacional tomó nota de sus quejas, aunque les explicó que él no tiene ninguna autoridad jerárquica sobre los jueces del tribunal. "Me parece una situación kafkiana, ¿cómo puede ser que en un país que todavía se llama España pueda suceder esto? Por eso he venido aquí. Ese señor (Elizarán) sabe quiénes asesinaron a Carlos y Diego, ese señor tendría que estar en la cárcel y está fuera, me parece, no una vergüenza, mucho más", afirmó el padre del agente de la Guardia Civil asesinado en 2009.

Los padres piden además que se investiguen los posibles indicios contra el etarra y se celebre un juicio, teniendo en cuenta que Elizarán fue "número uno de ETA", y tras cuatro años de prisión en Francia ya está en libertad.

Preguntado acerca de si temen que se fugue, Salvá afirmó que no tiene por qué hacerlo y que, en caso contrario, España sería "el chollo y el paraíso del terrorista y del chorizo". "Tu aquí matas a dos guardias civiles y no pasa absolutamente nada, impunidad total", opinó, muy crítico tanto con los retrasos procesales como con las penas hasta ahora cumplidas por el que fuera máximo responsable de la organización terrorista.

Los padres de los guardias civiles han estado acompañados por el presidente de Dignidad y Justicia, Daniel Portero, una de las asociaciones de víctimas que en su día apoyaron a Salvá.