I-key es una aplicación móvil que funciona como cerradura electrónica. Está dirigida a propietarios y gestores de villas, pisos, apartamentos y habitaciones de uso vacacional, aunque también puede tener aplicaciones hoteleras, industriales y particulares.
La nueva aplicación, creada por la empresa mallorquina Ingenio 73, ofrece a los dueños y gestores de casas vacacionales una solución integral a los principales inconvenientes de arrendar inmuebles por espacios cortos de tiempo.
Es la nueva revelación en la tecnología mallorquina encauzada al sector turístico, presentada ayer en Real Club Náutico de Palma. "Mezcla de tecnología y magía", afirmó ayer Alberto Pons, gerente de Ingenio 73 y antiguo presidente de la Autoridad Portuaria de Balears (APB) en la presentación del nuevo producto. La nueva aplicación de la empresa Ingenio 73 diseñada y creada por Luis Osuna, Mariano Piña, Alberto Pons y Juan Palou, permite controlar la entrada y salida de los huéspedes y del personal de limpieza y mantenimiento mediante el envío por correo electrónico de una llave virtual. De este modo, se pone fin a los desplazamientos, en ocasiones a horas imtempestivas, para entregar los juegos de llaves.
"El check in y el check out ya no serán un problema", afirmó Osuna ayer durante la presentación de la aplicación. La plataforma tiene el objetivo de convertirse en una herramienta fácil de manejar. Con solo un correo electrónico el cliente recibe la clave con la que puede abrir la puerta y otros comentarios útiles que el propietario puede añadir.
En primer lugar, el dueño del inmueble solo tiene que registrarse en la página web de la empresa y dar de alta sus propiedades. Añade los invitados que se van a hospedar, con fecha y hora de inicio y fin. Finalmente elige el idioma en el que el cliente recibirá la información. Automaticamente el huésped recibe los datos vía correo electrónico. La clave de acceso encriptada tiene una caducidad determinada por el propietario y está asociada a un algoritmo de alta seguridad. El inquilino, cuando recibe el correo, abre la puerta a través de un impulso generado desde su teléfono móvil.
Esta aplicación posibilita a los propietarios comunicarse con el cliente en su idioma y administrar la residencia a distancia. "Siempre será un problema ofrecer el servicio a un chino o a un noruego si no conoces el idioma. El correo electrónico con el enlace y la clave de la llave que recibe el cliente estarán en el idioma que previamente habrá seleccionado el propietario de la casa", afirmó Osuna durante la presentación.
Una de las ventajas de la nueva aplicación es que la clave puede ser reenviada por correo las veces necesarias para que todos los inquilinos tengan la contraseña. Otra, es que no hay un máximo de intentos a la hora de introducir la contraseña. Ni tampoco es necesario estar delante de la casa para abrir.
Por contra, si se va la luz el sistema cae, aunque se está investigando para próximas versiones la instalación de una batería autónoma.
El origen del sistema es algo sencillo. Se trata de una caja conectada a la corriente. La adaptación de la vivienda a I-key es simple y con un coste muy limitado. Sólo se necesita una cerradura electrónica y el controlador suministrado por Ingenio 73. Este controlador emplea comunicación GPRS, sin necesidad de depender de una conexión a Internet. El único coste de la aplicación es el receptor que tiene un precio de cuatro cientos cincuenta euros.
