Mario Pascual, el paciente y educado abogado de Iñaki Urdangarin consiguió ayer meter su primer gol en los más de cinco años de instrucción y juicio que llevamos ya del caso Nóos. Pascual, que interrogó a Pepote Ballester al final de la jornada, logró que éste respondiera con un "no" rotundo cuando le preguntó si los 300.000 euros que el exduque de Palma recibió del Govern de Jaume Matas por encargarse de la llamada "oficina del proyecto" del equipo ciclista Illes Balears fueron una comisión por su mediación en esa operación.

Pascual, no obstante, no interrogó al acusado sobre los Illes Balears Fórum, dos seminarios sobre turismo y deporte por los que el instituto de su cliente recibió 2,3 millones de euros.

José Ignacio Herrero y Gaspar Oliver, defensores de los exaltos cargos del Govern Juan Carlos Alía, Gonzalo Bernal y Miquel Àngel Bonet (que han sellado un pacto de conformidad con la fiscalía) optaron por no hacer preguntas al principal arrepentido. Mejor no menearlo.

Quien sí interrogó a Ballester fue Josep Zaforteza, abogado de Jaume Matas, que también podría admitir parte de los hechos de los que se le acusan buscando una rebaja de condena. Zaforteza insistió ante el exdirector general en que los servicios jurídicos del Govern no pusieron en su día ningún impedimento legal a los convenios y contratos firmados con el yerno del rey Juan Carlos.

Manos Limpias, por su parte, ha conseguido su particular arrepentido con Miguel Tejeiro, exsecretario de Nóos, que ayer quedó absuelto al retirar el sindicato la acusación contra él. Tejeiro será un testigo clave en el juicio.