El ex director general de Deportes José Luis "Pepote" Ballester ha asegurado hoy en su declaración ante el tribunal que juzga el caso Nóos que cree que Iñaki Urdangarin utilizó su amistad para poder acceder a la Administración balear y obtener contratos públicos.

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Durante su declaración como acusado en la segunda jornada del juicio, Ballester ha señalado que en la época que el Govern balear contrató a la consultoría y después al Instituto Nóos que presidía Urdangarin, él tenía relación con la infanta Cristina y su marido.

A la pregunta de si se ha sentido engañado o usado en su amistad con ellos para tener acceso a la administración o al presidente del Govern, Jaume Matas y poder hacer esos contratos, Ballester ha concretado que el término para describir su sensación es "utilizado".

"La palabra sería utilizado pero te das cuenta con el tiempo y sobre todo viendo como se han acabado desarrollando los temas y cómo al final te das cuenta de que eres un pequeño instrumento. Alguna manera de ser utilizado puede que sí", ha admitido a preguntas de la abogada de Manos Limpias, Virginia López Negrete.

Ballester ha contado durante su declaración que estuvo en la boda de la infanta con Iñaki Urdangarin, a quien conocía desde 1988, cuando ambos coincidieron en la residencia para deportistas Blume, tras los Juegos Olímpicos de Seúl.

En el verano de 2003, cuando Ballester acababa de ser designado director general de Deportes, coincidieron en varias ocasiones, Urdangarin le contó que buscaba nuevo patrocinador para el equipo ciclista Banesto y le propuso que fuera el Govern balear. Coincidieron "en su casa, en la mía, en el club (náutico), en diferentes citas que se iban sucediendo con normalidad", ha detallado.

Posteriormente, Ballester, Urdangarin y Matas se reunieron en el Palacio de Marivent para abordar este proyecto. Tiempo después, Urdangarin propuso al entonces presidente organizar dos foros sobre turismo y deporte en Palma.

José Luis 'Pepote' Ballester ha afirmado, a preguntas del fiscal anticorrupción Pedro Horrach, que era el exmandatario autonómico quien daba las "directrices" para "vestir el santo" y manipular las actas de la Fundación Illesport, uno de los órganos que contrató con el Instituto Nóos bajo el mandato del expresidente del PP.

El acusado, uno de los principales 'arrepentidos' en el marco del caso Nóos, ha abierto la ronda de interrogatorios en el juicio que se celebra por un presunto desvío de hasta 6,2 millones de euros de Baleares, Comunidad Valenciana y Madrid, y en su comparecencia ha achacado a Matas las decisiones que adoptaba la Fundación, como el hecho de que se simularan actas de reuniones que no se habían producido y de decisiones que tampoco habían sido debatidas.

Según ha manifestado el medallista olímpico, cuya declaración ha arrancado pasadas las 9.30 horas, la junta de patronos del Illesport se reunió una sola vez, "al principio de todo". Ballester ha señalado que las actas de la fundación las firmaba y redactaba su gerente Gonzalo Bernal, también procesado en esta causa.

Tal y como ha explicado, fue Matas quien le propuso para el cargo tras emplazarle la secretaria de aquél a una reunión en el Consolat. "Nos conocíamos desde 1996, cuando gané la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta. Siendo ya ministro mantuvimos el contacto", ha relatado.

Ballester ha manifestado que comenzó a colaborar con las investigaciones a raíz de las diferentes informaciones que se iban vertiendo en los medios en torno a presuntas irregularidades en la celebración de dos foros sobre turismo y deporte organizados en Palma por Nóos así como en relación con la construcción del velódromo Palma Arena, cuyo sobrecoste en más de cincuenta millones de euros está siendo investigado.

Así, fue en 2009, tras ser detenido en agosto en la operación policial del caso Palma Arena, cuando inició las conversaciones con Fiscalía y Abogacía de la Comunidad Autónoma y "fui conocedor de todo lo que habían declarado empresarios, funcionarios y gente ligada a mi trabajo". Según ha manifestado, había en estas declaraciones "contradicciones y evasivas" en las que "se ponía en tela de juicio la ética" en la gestión de las arcas públicas, cuyo "saqueo en ningún momento era mi intención".

Reunión en Marivent

Ballester también ha explicado que se reunió con el expresidente del Govern Jaume Matas y con Iñaki Urdangarin en el palacio de Marivent para que este le explicara el proyecto de patrocinio de un equipo ciclista.

El encuentro en la residencia de la Familia Real en Palma fue en el verano de 2003, comenzó con un partido de pádel y continuó con una reunión entre Urdangarin, Matas y Ballester para abordar la posibilidad de que el Govern balear asumiera el patrocinio principal del entonces equipo ciclista Banesto.

Además Urdangarin planteó la necesidad de crear una oficina de seguimiento del proyecto que asumiría él mismo para analizar la repercusión del patrocinio. La reunión fue para que "don Iñaki trasladase la posibilidad de entablar conversaciones con el equipo y que él iba a estar al frente de la oficina de seguimiento y dar continuidad del mejor equipo ciclista del momento", ha detallado.

"Se habló del inicio de conversaciones, la inversión prevista o que el equipo iba a solicitar y de que iba a tener un coste la oficina de seguimiento para poder darle esta forma", ha explicado Ballester sobre el contenido de la conversación mantenida en Marivent, donde Urdangarin hablaba "él de forma personal" y no en representación de ninguna empresa.

Sobre la propuesta de Urdangarin de llevar él la oficina de seguimiento de ese patrocinio, Ballester ha asegurado que "nunca se dudó de que había que contratarla" y nadie puso en duda que la llevara el entonces duque de Palma. "Todos sabían de quién venía esa propuesta", ha añadido.

Ese fue el primer contacto de Urdangarin con representantes del Govern balear para hacer una propuesta formal, un vínculo que continuó posteriormente.

Urdangarin se lo propuso primero a Ballester, a quien conocía desde 1988, cuando ambos coincidieron en la residencia para deportistas Blume, tras los Juegos Olímpicos de Seúl.

En el verano de 2003, cuando Ballester acababa de ser designado director general de Deportes, coincidieron en varias ocasiones, Urdangarin le contó que buscaba nuevo patrocinador para el equipo ciclista Banesto y le propuso que fuera el Govern balear. Coincidieron "en su casa, en la mía, en el club (náutico), en diferentes citas que se iban sucediendo con normalidad", ha detallado.