Los directores menorquines ratificaron ayer su querella y ofrecieron a la juez una descripción cronológica de los hechos, desde que se aprobó el TIL en abril de 2013 hasta que se cerró definitivamente su expediente, en octubre de 2014. Subrayaron la arbitrariedad y falta de coherencia que marcó todo el proceso: "Otros directores hicieron exactamente lo mismo y no fueron sancionados", narraba ayer Jaume Bonet, minutos antes de coger el vuelo de vuelta a Menorca: "¿Por qué a ellos no se les expedientó y a nosotros sí, si habíamos hecho lo mismo?".

Bonet recordaba: "Al final nos acabaron dando la razón: nos expedientaron primero por desobediencia y después por votar en contra del proyecto TIL que nos envió la Conselleria, pero se comprobó que lo podíamos hacer, que los directores podemos votar lo que consideramos mejor para el centro y que no estaba tipificado como falta el votar en contra".

"Estuvimos dos meses suspendidos de empleo y sueldo y seis meses apartados de la función directiva", rememoró el director del IES Cap de Llevant, "hicimos nuestras alegaciones en febrero de 2014 y hasta octubre no obtuvimos respuesta, pocos días después de que se nombrara consellera de Educación a Núria Riera".