La concentración protagonizada ayer por los trabajadores de Bimbo en Palma contó con la prevista presencia de responsables de los sindicatos UGT y CCOO, pero a la misma se sumaron también varios representantes de los partidos políticos que están sustentando el Govern de Francina Armengol. Así, Bel Oliver, del PSIB-PSOE; Alberto Jarabo, de Podemos, o Antoni Reus, de Més, sumaron sus voces para reclamar que se mantenga la actividad en estas instalaciones, pero también para reprochar al Partido Popular y al Gabinete presidido por Mariano Rajoy una reforma laboral que en su opinión está favoreciendo los duros ajustes de plantilla que se llevan a cabo en numerosos centros de trabajo. Por ello, advirtieron de la necesidad de un nuevo Ejecutivo estatal de izquierdas que de marcha atrás a las políticas que se han venido impulsando durante los últimos años.

Además, se puso de relieve la necesidad de impulsar un plan de industria para las islas, tal y como se ha anunciado desde el Ejecutivo autonómico, pero admitiendo que éste tendrá una efectividad muy limitada si no va acompañado de un régimen especial para las islas que permita un desarrollo amplio en esta materia.