El pleno del Parlament validó ayer con los votos a favor de los partidos del Pacto (PSOE, Podemos y Més) y en contra del PP, Ciudadanos y El Pi, el decreto ley de medidas urgentes en materia urbanística, tras un tenso debate que se inició con la comparecencia de la presidenta Francina Armengol, que protagonizó un duro enfrentamiento con la portavoz popular, Marga Prohens. La dirigente del PP pidió a Armengol que abandonara su "orgullo y soberbia" y retirara el decreto, además de exigir la dimisión del conseller de Territorio, Joan Boned, por "inepto".

La presidenta defendió la necesidad del decreto territorial para "congelar" las medidas más urbanizadoras incluidas en las leyes del Suelo, Agrícola y Turística del anterior Govern del PP, con el fin de aprobar una legislación que suponga un cambio de modelo e invitó a los populares a sumarse al diálogo.

Ante las peticiones de Prohens, quien además sostuvo que el PP era el partido que más había protegido el territorio en Balears, Armengol recordó las actuaciones a favor de proyectos urbanizadores por parte de los populares. "En el fondo lo que está en cuestión en este debate son dos modelos territoriales muy diferentes: el que plantea el PP, entendido como el de la desregulación y el colocar los intereses particulares por encima de los generales, o un modelo más estable, equitativo y sostenible que es el que plantea el actual Govern", afirmó la presidenta. Junto a ello, sostuvo que cada vez que el Ejecutivo del PP establecía alguna excepción que permitía desproteger, "detrás" estaban intereses con "nombres y apellidos".

Esta afirmación, unida a las de los portavoces de los partidos del Pacto que recordaron al PP sus casos de corrupción vinculados al urbanismo, provocó el momento más tenso del debate cuando Prohens acusó a Armengol de actuar con "cobardía" al "tirar la piedra y esconder la mano" refiriéndose a esos intereses. "No soy yo ni es mi pareja los que hemos salido en los periódicos por intereses especulativos", replicó la portavoz popular refiriéndose a pasadas informaciones que apuntaban a los intereses de la pareja de la presidenta.

"No caeré en provocaciones barriobajeras", replicó Armengol a la portavoz popular. "Le invito de nuevo a optar por la sensatez y el diálogo", añadió tras afirmar que la cuestión territorial debe afrontarse con "sentido común, rigor y serenidad". En su primera intervención, Armengol utilizó argumentos más propios de un debate de política general y sostuvo que con esta iniciativa se establece el marco para "un impulso inteligente de la economía" balear. Añadió que ahora, una vez que quedan en suspenso las normativas más desreguladoras, "es el momento del diálogo", por lo que el Govern ya trabaja en la elaboración de la ley para negociarla a partir de la próxima semana con los distintos sectores.

Resaltó que el Ejecutivo sigue la "hoja de ruta" del Pacto para "transformar y mejorar", crecer con "sentido común" y "poner orden" tras la "aberración" de las medidas urbanísticas del Govern de Bauzá. "Queremos crecer de manera más justa y equitativa", insistió antes de resaltar que la economía balear está "estabilizada en un camino de crecimiento significativo y todo apunta a que se mantendrá en el futuro,", por lo que es el momento de afrontar "de forma sosegada" un modelo para un crecimiento "sostenible y solidario, con un desarrollo justo que garantice" el futuro a Balears.

Sus argumentos no convencieron al PP. "Retírelo todo, no ceda a las presiones de Podemos y haga las cosas bien", emplazó Prohens a Armengol tras afirmar que el decreto "no implica crecimiento cero del territorio, sino crecimiento cero de nuestra economía".