La Audiencia Nacional, a través de un portavoz, aclaró que la instrucción judicial sobre el atentado terrorista cometido hace cinco años en Calvià, no será enviada a un juzgado de Palma. La juez a la que se ha solicitado que impute a uno de los jefes de la organización terrorista por un delito de lesa humanidad, por el atentado cometido en Mallorca, ha decidido devolver al juzgado de origen de la Audiencia Nacional (en Madrid) el sumario de dicha investigación, dado que no encuentra ninguna relación con otros asesinatos cometidos por ETA en otras ciudades del país. Por tanto, al tratarse de un delito cometido por una organización terrorista, cuya competencia la asume la Audiencia Nacional, se descarta la inhibición al juzgado de Palma, como se informó debido a un error en la interpretación del auto judicial.

En el atentado terrorista la intervención del juzgado de Palma, debido a que los hechos se cometieron en la localidad de Calvià, se limitó a ordenar el levantamiento de los dos cadáveres, así como a la práctica de ambas autopsias, que se realizaron la misma noche del asesinato. Un juez de la Audiencia Nacional se trasladó a Mallorca para hacerse cargo del caso, aunque en ese momento no se conocía la identidad de los autores de este doble crimen. Aunque han pasado más de cinco años, a día de hoy no se conoce el nombre de los terroristas que viajaron a Mallorca y que colocaron el artefacto explosivo en el vehículo de la Guardia Civil, que se encontraba aparcado justo enfrente del puesto provisional de Palma. Ese vehículo había circulado durante toda la mañana e incluso un oficial entró con el coche en la comandancia de Palma. Sin embargo, la bomba explotó en el justo momento en el que los dos agentes pretendían utilizar dicho vehículo. El explosivo se accionó cuando las víctimas todavía no habían entrado en el coche oficial.

La organización también colocó una segunda bomba en otro patrol de la Guardia Civil, que debido a una avería estaba aparcado frente al cuartel de Palmanova. La bomba no explotó. La familia del guardia civil mallorquín, Diego Salvá, acusa a uno de los últimos jefes de ETA de ser la persona que ordenó que se cometiera el atentado en Calvià.