El mes próximo está señalada la vista oral de la pieza separada 13 del caso Voltor, una macrocausa con 18 acusados vinculados en su día a Unió Mallorquina o al Consell de Mallorca y para los que se piden 92 años de cárcel. A estas alturas de la película solo queda un objetivo para estos encausados, entre los que destaca la antigua cúpula de UM con Munar al frente, salvarse de la quema.
Varios de los principales implicados están en negociaciones con la fiscalía anticorrupción para, a cambio de reconocer los delitos y devolver los caudales públicos desviados, conseguir una menor condena de cárcel.
El exconseller de Turismo Francesc Buils hace tiempo que hizo un pacto global con la fiscalía, para limitar a unos años la privación de libertad que sufre desde julio del 2013. La cárcel ha hecho adelgazar al exdirigente de UM, pero todos los presos ansían la libertad.
No todos los acusados se van a declarar culpables, porque, entre otras cosas, tienen el beneficio de la presunción de inocencia. El problema surge cuando los arrepentidos declaran en contra de estos encausados, que se quedan sin argumentos para salir absueltos.
El también exconseller, aunque de Deportes, Mateu Cañellas sostiene que antiguos compañeros de UM, entre ellos la arrepentida Eugenia Cañellas, le incriminaron por viejas rencillas políticas y para echar a otro las culpas. Mateu Cañellas grabó a Eugenia Cañellas y ésta reconoció que le había acusado en falso presionada por Miquel Nadal.
El tribunal ha admitido como prueba esa cinta y analizará su alcance y las consecuencias para Mateu Cañellas, que acaba de ser exculpado por el juez en el sumario de Maquillaje.
UM, que ya no existe ni resucitará, es considerada responsable civil del casi medio millón de euros de fondos del Consell desviados en aquellos años de impunidad.
Es imposible que el partido restituya ese dinero, pero aquellos acusados que quieran un mejor trato en las condenas deberán devolver la parte que les corresponda del botín.
El juicio de Nóos tapará a la pieza 13 de Voltor, máxime cuando por las mismas fechas se interrogará a los principales acusados.
Esa coincidencia no debe hacernos olvidarnos que la fiscalía anticorrupción acusa a la cúpula de UM de asociación ilícita, es decir de organización jerarquizada para delinquir.
La "directora" de esa banda criminal sería Maria Antònia Munar, que languidece en prisión y que busca poner una fecha límite para su privación de libertad.
A Munar le quedan varias causas pendientes y va acumulando condenas. También anhela librarse de la hoguera.
Otros exdirigentes de UM acabarán entrando en prisión, por este y otros casos.
