El portavoz del Govern, Marc Pons, aseguró ayer que el decreto sobre enseñanza de lenguas extranjeras presentado el jueves por el Ejecutivo balear "no es un documento cerrado" y que ahora se enviará al Consell Escolar para que lo analice y realice propuestas, con el fin de mejorarlo a través el "debate y la discusión". Pons replicaba así a las críticas lanzadas por los sindicatos sobre la falta de diálogo por parte del Govern en la elaboración de este decreto, por el que se da libertad total a los centros educativos para decidir si dan o no materias no lingüísticas en inglés.

Ayer mismo el STEI afirmó que el Govern se había "precipitado" al anunciar el decreto de enseñanzas de lenguas extranjeras cuando "todavía no está consensuado", a la vez que pidió "una escuela en catalán que facilite que el alumnado sea competente" en ingles u otro idioma extranjero. El sindicato criticó que el Ejecutivo no hubiera presentado el texto a los representantes de la comunidad educativa antes de hacerlo público y recordó que el acuerdo marco firmado al principio de la legislatura, en la mesa sectorial de Educación, incluía "consensuar el modelo lingüístico"

Añadió que "se debe hacer una análisis del modelo lingüístico que tenemos, ver en qué punto se encuentra, hacer un estudio del despliegue real del decreto de mínimos y de las competencias que tienen los alumnos en las dos lenguas oficiales" y, a partir de los resultados, "pensar como se podría hacer para incentivar el catalán y hacerlo compatible con el aumento de la competencia lingüística en una lengua extranjera".

"Lamentamos que la prioridad del Govern no sea trabajar al mismo tiempo por el catalán y por las lenguas extranjeras, las dos deficitarias en el sistema educativo isleño", añadió el STEI que acusó al Govern de no dar "pasos decididos por el catalán, ni dentro ni fuera de la escuela".

El líder de Podemos, Alberto Jarabo, también consideró que el Govern "ha pecado de falta de diálogo con la comunidad educativa", a la vez que mostró su preocupación por "la desigualdad de recursos en los centros".

El portavoz del Govern insistió en que el decreto "no es un documento cerrado" y resaltó que el texto reconoce "la autonomía de los centros" en esta materia. Por ello, Marc Pons recordó la "experiencia de la imposición" por parte del anterior Govern del PP con el TIL, frente a la postura del actual Ejecutivo de aplicar el decreto "desde el diálogo y no desde la imposición", con el objetivo de que los alumnos conozcan el catalán, el castellano y una tercera lengua cuya enseñanza "se debe fortalecer".

La portavoz parlamentaria del PP, Marga Prohens, afirmó que "para decidir que cada centro haga lo que quiera no hace falta un conseller de Educación" y aseguró que "habrá alumnos de primera y de segunda, mientras el conseller se lava las manos".