­"Esta temporada no habrá habitaciones libres". Juan José Hidalgo tiene fama de directo, y desde luego es el que mejor resume. Una frase y ya tienen la crónica de lo que está por venir en Mallorca. Ni un hueco libre. Abarrote en el abarrote. Que esa es otra historia: las perspectivas son tan buenas que ayer ya había quien intentaba girar la tortilla mentando a la bicha, que viene el lobo, en este caso vestido de cortes eléctricos y falta de agua para tanta alma junta. ¿Hay razón para temerlo? Responden otros que suelen hablar claro, los Escarrer, en este caso Gabriel hijo, el consejero delegado de Meliá, que descarta la hipótesis de un mazazo: no hay nada que temer.

Y si lo hubiera, quizá no lo diría, que hay que vender habitaciones. Aunque esta vez les está costando poco: según Gabriel Escarrer, la temporada será "como la anterior o mejor". Es decir, de lleno. Y tempranero. La campaña será fantástica desde mayo, precisa Escarrer. Hidalgo lo adelanta más: el trajín y el pleno comenzarán en abril. Y durarán hasta septiembre. Con todo se repite algo que de puro habitual ha dejado de ser noticia: Mallorca alcanzará un récord de visitas. Y algo más importante: un récord de ingresos, coinciden en el sector. Algunos, como Pablo Piñero, dueño del grupo Piñero, le ponen cifra: un 5% de incremento. Otros, como la presidenta y el vicepresident del Govern, hablan de perspectivas "fantásticas" en una temporada que prevén tan "excelente" que solo le piden una cosa: que la alegría en los ingresos se traslade a la creación de empleo de calidad.

También dan cifras que apuntalan el optimismo: en invierno está aumentando un 13% el turismo nacional, subida que se suma al 8% de crecimiento de gasto español del año pasado. Y eso es bueno, muy bueno: "El cliente español es el menos estacional", ensalza el vicepresident Barceló, satisfecho con unos números que, justo cuando se vuelve a hablar de recesión mundial y tembleque bursátil, permiten a Balears escapar de la quema, crecer al 3% y volver a "ritmos económicos previos a la crisis".

La previsión es de hecho que las islas sigan captando el turismo que huye de la desgracia ajena. Que tiene números: en 2015 los atentados y el miedo sacaron de Egipto, Turquía y Túnez 2,1 millones de viajeros, detalla el vicepresidente Barceló. Un millón acabó en España. Y muchos en los destinos de más éxito: los baleares. Pese a la ecotasa. O incluso con ella. Según a quien pregunten. Que el debate sigue, pero es de ricos: mientras discuten las cajas se llenan de euros.