El hospital de Cruz Roja y el Servei de Salut están cerrando una ampliación del convenio singular que tenían suscrito -por un montante de unos 3,5 millones de euros anuales hasta comienzos de diciembre de 2018- mediante el cual el Servei de Salut le podrá derivar más pacientes para ser intervenidos o rehabilitados así como para la realización de más pruebas diagnósticas.

A cambio, el centro sin ánimo de lucro percibirá un tope máximo de 5,5 millones de euros anuales, dos más que los conveniados actualmente, reveló el IB-Salut.

Esta circunstancia fue confirmada tanto por el actual gerente del centro sanitario sin ánimo de lucro de la carretera de Sóller, Gabriel Roig, como por el propio director general del Servei de Salut, Juli Fuster, que justificó esta ampliación del convenio en que "necesitamos de más ayuda externa para reducir las listas de esperatanto en cirugía general como en consultas externas y poder dar salida a nuestros pacientes".

Así, el máximo responsable del IB-Salut reveló que el pasado mes de septiembre ya cerraron con Cruz Roja el desarrollo de una mayor actividad en oftalmología. Gabriel Roig detalló que "ya hemos cerrado la realización de más consultas externas (con el especialista) de oftalmología, con las intervenciones que se deriven de ellas, operaciones de cataratas y otras de carácter ambulatorio".

Más pruebas diagnósticas

Ambos responsables coincidieron en que la Cruz Roja realizará a partir de ahora más pruebas diagnósticas de digestivo -colonoscopias, gastroscopias...-, ecografías abdominales, una parte pequeña de intervenciones de trauma -artroscopias de rodilla y hombro-, tanto de cirugía mayor como menor ambulatoria, así como extirpaciones de vesículas por laparoscopia.

Juli Fuster también habló de la cesión de unas 50 camas en total en las que el hospital sin ánimo de lucro podrá acoger a "pacientes crónicos ya diagnosticados que precisan muchos cuidados y que requieren de periodos de hospitalización que rondan entre los veinte y treinta días" con la que el IB-Salut pretende desarrollar una estrategia más integral y ambiciosa en el tratamiento de estos pacientes de perfil sociosanitario.

Gabriel Roig, por su parte, habló de ampliar la rehabilitación que realizan en estos momentos y que se circunscribe a los pacientes ingresados en su centro u operados en alguno de los tres quirófanos de los que dispone. "Pretendemos ampliar esta actividad de rehabilitación con pacientes que nos sean derivados ya bien por los hospitales de agudos o incluso desde Atención Primaria", añadió el gerente, que recordó que una persona recién operada tiene unos plazos en los que resulta más aconsejable iniciar la rehabilitación, proceso que se complica más si transcurre el tiempo sin iniciarla.

Y Gabriel Roig justificó esta ampliación del actual convenio singular en que "el coste del hospital de Cruz Roja es mucho mayor. No podíamos hacer frente a los gastos anuales con el montante del actual convenio -unos 3,5 millones de euros anuales-. Y eso que el pasado año (2015) ya pactamos reducciones salariales con nuestros trabajadores y ajustamos las condiciones y precios que pagamos a nuestros proveedores".

Y Fuster también se congratuló de una confluencia de intereses en la que uno necesita de más capital para mantener un hospital en funcionamiento y el otro precisa de ayuda para reducir las listas de espera en los diferentes procesos asistenciales.

El hospital de la Cruz Roja tiene en plantilla en estos momentos a seis médicos de guardia, cinco que conforman su unidad de traumatología y otros cinco, cuyo número se tendrá que ampliar, para atender las consultas oftalmológicas. Otras 92 personas completan su nómina de personal sanitario y de servicios y cuenta con tres quirófanos para intervenir de manera ambulatoria ya que este centro carece de UCI.