Un pacto a la balear para gobernar España. Es la propuesta de Francina Armengol para su jefe de filas, Pedro Sánchez, la fórmula exitosa a su juicio para salir del impasse político a nivel estatal desde las elecciones del 20-D.

La presidenta del Govern y secretaria general de los socialistas baleares reclamó ayer diálogo y altura de miras a la izquierda para conformar un gobierno de ese color, presidido por Sánchez. El tripartito que le ha permitido a ella ser presidenta del Govern es "un modelo a seguir en otros lugares", arengó, ya que proporciona un Ejecutivo "estable, sólido, que toma decisiones".

El acuerdo entre PSOE, Podemos y Més que desalojó al PP del poder en la Comunidad es "un pacto que funciona" y que "saca adelante políticas que han supuesto un cambio real y el rescate ciudadano", señaló ayer la socialista.

"Somos un ejemplo de forma de gobernar", enfatizó Armengol. "Lo hemos explicado a nivel de Ferraz", aludió sin rodeos a la dirección de su partido en Madrid. La lectura del 20-D que hace la presidenta balear es clara: "Los ciudadanos apuestan por la pluralidad en los Parlamentos, nos piden a los partidos que seamos capaces de dialogar entre nosotros y con la sociedad".

Armengol expresó su preocupación porque desde Madrid no se estén haciendo todos los esfuerzos para configurar "un gobierno progresista que necesitamos como el aire que respiramos", recalcó. "Pido la capacidad de entender que estamos en una situación política absolutamente compleja, se necesita un gobierno que actúe, me preocupa que no haya capacidad de conformar con la máxima celeridad un gobierno progresista", remachó la líder socialistas en las islas. La tardanza afecta a Balears, ya que desde las islas se exigirá al nuevo Ejecutivo español que afronte la reforma del sistema de financiación autonómica.

Armengol descartó de plano, una vez más, la llamada gran coalición entre PP y PSOE: "No es no, nunca facilitaremos ni votaremos un Gobierno del PP; sería un engaño masivo a la ciudadanía, que nos ha votado porque somos alternativa".

Sobre las líneas rojas impuestas por el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, en el proceso soberanista de Cataluña, Armengol rehusó la convocatoria del referéndum que exigen los podemistas, y abogó porque todos los partidos "hagamos cesiones" y se encuentre una solución conjunta para "el encaje que necesita Cataluña" dentro de España.

En opinión de Armengol, el nuevo Congreso de los Diputados debe abordar cuanto antes "un proceso transformador importantísimo", que pasa indefectiblemente por una "reforma constitucional" y "no por un referéndum" sobre la independencia.

Respecto a la polémica por la cesión del senador socialista Francesc Antich -más otros tres- para que ERC pueda formar grupo propio en el Senado, Armengol quitó hierro, afirmó que le "parece bien", ya que "los socialistas queremos defender la pluralidad existente", y añadió que es una práctica que se ha hecho "históricamente". "Yo no soy independentista, pero hay gente que sí. Soy socialista, pero ante todo soy demócrata, y dentro de la democracia se pueden defender todas las posturas", apeló Armengol al respeto por todas las opciones.

Carta a Puigdemont

Finalmente, preguntada sobre si había algún motivo por el que no había llamado al nuevo presidente de Cataluña, Carles Puigdemont -él mismo reveló en TV3 que solo lo hizo el vicepresidente del Govern, Biel Barceló-, Armengol explicó que existe "normalidad absoluta", y que le ha remitido "una carta de felicitación". Su intención es colaborar "de forma muy especial" con el nuevo Ejecutivo catalán y mantener una relación fluida y constante.