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Entrevista

Miguel Ángel Sancho: "Los hoteleros nunca han puesto un duro por la cultura, no le dan valor"

Sancho, en su tienda. El día de la entrevista estaba repasando la letra de ´Lazarus´, el último regalo de Bowie. B. Ramon

- Xocolat ahora es tienda, cafetería y tiene espacio para conciertos ¿Adaptarse o morir?

-Durante las obras pensé si poner un cartel que pusiera 'Sala Renovarse o morir', porque todo el mundo decía lo mismo. No hicimos un cambio radical, no pasamos a vender videojuegos. Adaptamos nuestra situación cultural en Palma. Yo creo que siempre hemos sido más que una tienda, además de la discográfica también una época produjimos conciertos, montamos festivales... y en esta dinámica decidimos seguir. Hace tres años vimos que estábamos sobredimensionados, había caído tanto el consumo que vimos que teníamos que hacer algo. En el sector discográfico no hablamos solo de la crisis económica, sino de nuestra crisis particular, como la de la prensa y la editorial. Hemos sufrido una variación total del consumo de música.

-¿Es Xocolat la última tienda de discos de Palma?

-Tienda de discos como tal, sí. Hay dos tiendas como minimalistas, solo de vinilos, y otra que vende solo música clásica. Pero con novedades, oferta diaria, fondo de catálogo y abiertos a todos los estilos, somos los únicos. Hubo un momento que hubo hasta 15 tiendas de discos en Palma y ahora nos hemos quedado solos. Está Discos Oh, pero discos ya no venden, ya le digo yo a Juan Campos que quite lo de 'discos' del cartel.

-¿La vuelta del vinilo es una tendencia efímera, postureo o se está consolidando?

-Nosotros empezamos a vender vinilos hace unos diez años y ahora ocupan la mitad de la tienda. Se ha ampliado un poco la demanda pero es algo de coleccionistas, no es un cambio de modelo de consumo. En Inglaterra el CD ha parado de caer, pero claro que allí la cultura tiene otro concepto y hay un respeto a la cultura musical y hay una industria musical que da mucho dinero. Aquí somos cuatro colgados. En Inglaterra han caído mucho las descargas legales, ha subido la escucha en streaming [programas como Spotify] y ha subido mucho el vinilo, aunque igualmente solo es un 2% de la venta, la mayoría sigue comprando CD: el año pasado se vendieron en Inglaterra más de 50 millones de CDs. Está equilibrada la venta física y la digital. El Spotify está bien para ponerte los auriculares e ir al gimnasio, pero para escuchar música necesitas el soporte físico y la gente sigue comprando CD.

-¿Qué perfil tiene el comprador de discos?

-Hace tres años si entrabas en la tienda y veías a alguien menor de 30 años alucinabas, ahora ha habido un cambio. Volvemos a ver a mucha gente joven que se está incorporando a la compra de CDs, empiezan a darle valor y a tener mayor gusto musical, ya no les basta bajarse la música, aunque sea pagando.

-¿Perdemos matices escuchando la música en formato digital?

-El MP3 es un 'túrmix' en el que se mete todo el trabajo discografíco y desaprovecha el trabajo del creador y del productor. Te pierdes los planos, los matices...

-¿Iremos perdiendo cultura auditiva?

-Sí. Mucha gente escucha solo en formato digital y muchísima gente no tiene cultura auditiva. Todo lo que hemos avanzado a nivel tecnológico se pierde luego a la hora de consumir la música. Hace diez años decíamos que hoy ya no tendríamos CD, pero miras los datos de Inglaterra y EEUU y dices 'eh, alerta'. El CD sigue ahí. Cualquier grupo que quiere ser un poco profesional necesita un CD, no puede tener solo un enlace de internet.

-¿Por qué en España no tenemos esa cultura musical?

-Nos falta cultura en general. ¿Por qué? Habría que hacer un estudio socioeconómico. Por desgracia España ha tardado en tener un estatus, solo hace 40 años que tenemos una clase media como la que ya tenía Europa. Y esta es la que se incorpora al consumo cultural y nosotros vamos con retraso, hasta que no se consolidó la clase media con el boom turístico el consumo cultural era solo para gente con elevado nivel adquisitivo y que vivía en grandes ciudades. Después está el talante de nuestro país, donde la picaresca, Rinconete y Cortadillo, siempre ha funcionado. La gente aquí por ejemplo flipaba con Mario Conde, cuando en otro país no podría salir de su casa por la vergüenza. España llegó a liderar el número de descargas ilegales a nivel mundial, solo por detrás de China. Luego está el argumento de los culturetas 'progres' que piratean porque dicen que la cultura ha de ser gratis.

-¿Qué responde a eso?

-¿Qué, me hago funcionario, hago música y que me pague el Estado? Fantástico. Todo esto son excusas porque se quiere consumir gratis. Aquí el pirateo es un problema social. La gente que piratea es gente que ha ido a la escuela, ha recibido una formación... ¿y para esto hemos ganado la guerra, para tener una media cultural tan pobre que incluso Portugal nos supera? Además las operadoras telefónicas hicieron negocio para que la gente descargara como locos. Una artista que acababa de sacar un disco me contó que se encontró con una amiga que le dijo: "Me he bajado tu disco, ¡es una maravilla!". Se quedó tan parado que no supo qué decirle. La amiga ni se dio cuenta de que con ese comentario no estaba valorando el trabajo del creador ni del productor.

-También están los que dicen 'total están forrados' o los que acusan a las discográficas de ser el demonio.

-Cuando no tienes argumentos, usas excusas porque quieres tener algo gratis. 'Es que son ricos', dicen, ¿y qué? Cuando vas a la farmacia y compras un medicamento Bayer, que ricos son un rato, no le dices al farmacéutico que no quieres pagar. Pagas y punto. Pero con la cultura, no.

-Palma ha visto muchos comercios tradicionales echando la barrera y siendo sustituidos por franquicias, ¿vamos hacia una ciudad sin personalidad?

-Hace unos años monté una tienda, Sa Botigueta de Sant Miguel, con productos mallorquines escogidos, una persona atendiendo que sabía... Todo muy cuidado. Y me metí dentro de AFEDECO para ver si los comerciantes de Sant Miquel nos juntábamos y hacíamos un poco de fuerza frente a la Administración para temas técnicos y de imagen. Pero no pudimos hacer nada porque todo eran franquicias y solo quedábamos cuatro desgraciados. Vas por Sant Miquel y te das cuenta que hay una calle exactamente igual en Lisboa; y en Florencia y en... ya no sabes por dónde caminas. La Administración debería valorar el comercio tradicional y favorecerlo incluso en materia de impuestos; en tema fachadas; la imagen; crear un sello distintivo... Además favorecer el modelo de consumo de ir en coche a grandes superficies a las afueras perjudica mucho a la ciudad, empobrece. Me da miedo que el nuevo equipo del Ayuntamiento aún no haya dicho nada en este sentido. Está con rollos de imagen y de asambleas, pero no ha dicho nada sobre darle valor al comercio tradicional y propio. No costaría una millonada y frenarías el empobrecimiento de la imagen de la ciudad. ¿Crees que el turista de fin de semana vendrá a comprar a Zara, que lo tiene en su ciudad? Haz una ruta de comercio propio y con personalidad y ponténcialo, verás cómo todos se apuntan.

-La Administración debe apoyar, ¿pero y el consumidor que deja de ir a estos comercios no es responsable también de que cierren?

-Si la Administración es la primera que se preocupa, tú vas detrás y te implicas. Me acuerdo que antes por ejemplo nadie recogía la mierda de su perro, hasta que los ayuntamientos empezaron a ponerse pesados y poco a poco fue interiorizándose. Sigue habiendo, pero ahora ves la gente con la bolsita y esto antes era impensable. Lo que ha acabado de rematar el centro de Palma también ha sido el fin de la renta antigua. Los comercios tradicionales no pueden asumir los alquileres que sí pueden pagar las franquicias.

-¿Qué espera del nuevo Govern en materia cultural?

-Cada cuatro años me invitan a una reunión para hablar de cultura. Y siempre digo lo mismo: en materia cultural, y en concreto musical, el Govern ha de meterse lo mínimo posible en el contenido. Ha de aportar una infraestructura y garantizar un impacto cultural, ser el primero que dé valor a la cultura y a la música y que la música entre en la escuela como un valor cultural, no únicamente como un aspecto de ocio. Sería fantástico que en la educación, que tantas camisetas provoca, la música tuviera el papel que le toca, teniendo en cuenta su importancia. Así le darías valor ya desde el inicio. No planteándolo como una asignatura y una nota, sino como un valor.

-¿Y en cuánto al reparto de ayudas y subvenciones?

-Yo con los artistas que edito siempre tengo el problema del coste extra que supone salir afuera. Eso nos mata. Otra cosa que necesita la Administración, algo imprescindible que debe tener, es proyecto y criterio. Saber adónde quieren ir. Siempre nos llaman y nos dicen: "¿Qué necesitáis?" Y yo les digo: "No, ¿qué proponéis? Decídmelo y veré si me apunto". Para dar subvenciones has de tener criterio, no puedes subvencionar según qué, y me sabe mal decirlo. Hace falta un criterio crítico y de calidad. Si crees que alguien hace algo que no ves interesante y que no tendrá proyección, no lo subvenciones. Coge tres proyectos buenos y apuesta."Al juicio de la Infanta le pondría una banda sonora con violines. Algo patético porque es patético"

-Pero tratándose de dinero público, debe haber un criterio algo objetivo para repartirlo, ¿no?

-Para establecer unos criterios de calidad reúnete con asesores y gente que sepa, ¿no tienen asesores a punta pala?

-Mallorca parece un sitio ideal para tener un festival de música de referencia, sin embargo las iniciativas no cuajan, ¿qué falla?

-Se intentó con Ramón Aguiló. Aquel ayuntamiento demostró que una ciudad es más que calles y farolas. Aquellos ocho años fueron brutales en aspectos culturales. Se demostró que el ayuntamiento podía ayudar. Más allá de dinero, la Administración puede ayudar a la iniciativa privada con infraestructuras preparadas, por ejemplo, que aquí no tenemos. Otra cosa que falla aquí es la falta de patrocinadores, no hay cultura de esponsorizar. Los industriales más ricos de España y Europa, que son los hoteleros, nunca han puesto un puto duro en cultura. Y te lo digo porque cuando hacía festivales yo lo he intentando.

-Llama la atención porque eso también es promoción turística.

-Un festival es proyección publicitaria y serviría para desestacionalizar. El primer concierto que yo monté fue de Keith Jarrett, cuando era el número uno mundial de jazz contemporáneo, acababa de publicar The Köln concert. La noticia de su concierto en Mallorca salió en todo el mundo, como cuando vino Van Morrison a presentar su disco en el Auditorium. Vinieron periodistas de todo el mundo, y eso ayuda a la imagen de Palma. Pero los hoteleros fíjate si son pobres en este aspecto que no dan apoyo ni al Mallorca cuando tener un equipo que esté siempre en Europa es lo más rentable que hay. Los hoteleros no dan valor a esto y no promocionan nada. En Canarias los hoteleros patrocinan festivales de salsa, por ejemplo; en Galicia, Estrella Galicia patrocina uno de jazz... Aquí tuvimos festivales de jazz impresionantes, porque entonces el ayuntamiento sí colaboraba, le suponía unos gastos ridículos. El Festival de la Mediterrànea podría haber sido emblemático si se hubiese dado valor a la cultura y a la música, pero cuando llegó el PP se lo cargó todo."La pérdida de comercio tradicional empobrece la ciudad. El Ayuntamiento debería potenciarlo"

-¿El mallorquín demanda música en directo?

-Cuándo montábamos estos conciertos y festivales la respuesta era la mayor de España. Organizabas un concierto en Barcelona e iban 1.600 personas, y lo montabas aquí, y también. Si tu le das, el público mallorquín responde.

-¿A qué plaza irá para la Revetla de Sant Sebastià?

-Hace años que no voy, se ha convertido en una verbena cuando yo creo que debería tener un espíritu cultural más abierto y ser algo diferente. Soy muy crítico además con el modo en que se ha elegido a los grupos, con una asamblea. Me parece un insulto. Si tienes un cargo, has de tener un proyecto. Creo que la asamblea es una manera de responsabilizar a los ciudadanos de algo que deberían ser decisiones de un gestor público. No te puedes esconder tras una asamblea."Los jóvenes empiezan a comprar CDs. Tienen un mayor gusto musical y valoran el soporte físico"

-Con su sello, Blau, ha conseguido meter un disco de corales, Tots per Nadal, en la lista de cien discos más vendidos de España de AGEDI, en la posición 71, por delante de AC/DC y Coldplay. ¿Cómo se hace eso?

-AGEDI es una sociedad en la que las discográficas participan y de la que nosotros formamos parte. La mala noticia es que se venden tan pocos discos que a pocos que vendas ya entras en la lista. Habíamos vendido unos 400 discos para lograr esa posición, antes con eso ni olías la lista.

-Tras la retirada de Antònia Font, la escena mallorquina ha quedado algo huérfana, ¿ve algún proyecto que vaya a llenar ese hueco?

-De momento, no lo veo. Hay grupos con mucha calidad, pero aún no veo que alguien vaya a llenar lo que significó Antònia Font.

-A otro nivel, también ha dejado un hueco enorme David Bowie. ¿Comparte esa sensación de que se van los grandes y no hay nadie para coger el relevo?

-Bowie rompió con todo en todos los niveles, hay que tener en cuenta que la oferta pública era muy reducida y hoy esa oferta es impresionante y se pierde la imagen novedosa; hoy con internet es más difícil encontrar algo que te impacte y que te sorprenda. Hemos perdido ingenuidad. Por eso parece que ya no hay ejemplos como Bowie, Lou Reed, Patti Smith o Serrat aquí, y es que ahora hay demasiada oferta. La calidad es otra historia, aunque todavía salen cosas interesantes. La masificación también rompe ese impacto. Las discográficas éramos un filtro profesional que ahora se pierde. Cualquiera hace lo que sea con su ordenador desde su casa, lo cuelga y ya está, sin un trabajo profesional detrás.

-¿Qué banda sonora le pondría al juicio de la Infanta?

-Algo con muchos violines... Pavane pour une infante défunte [Pavana por una infanta difunta] o el Canon de Pachelbel, algo patético, porque es patético. Y que el ministro salga a decir que la justicia es igual para todos ya me parece un insulto.

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