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El juicio del caso Nóos

Diego Torres: "Ni por encima de mi cadáver me voy a declarar culpable en el juicio"

El exnúmero dos de Iñaki Urdangarin rechaza haber llegado a un acuerdo con la fiscalía anticorrupción

Diego Torres, el pasado lunes en el banquillo. Efe

"Ni por encima de mi cadáver me voy a declarar culpable y a conformar con una pena de la fiscalía: tengo la razón, digo la verdad y tengo pruebas para demostrar mi inocencia. Si me tienen que aplastar, que me aplasten, pero no he cometido ningún delito". Así de contundente se mostró ayer Diego Torres, el exnúmero dos del Instituto Nóos, tras la primera y maratoniana sesión del juicio del pasado lunes. Torres, a la hora de hacer balance del interminable día dedicado a las cuestiones preliminares, afirmó sentirse "muy frustrado". "Han rechazado la práctica totalidad de mis pruebas propuestas y así no podré explicarme y demostrar mi inocencia", argumentó.

Fuentes próximas al caso Nóos aseguran que el empresario y exbrillante profesor universitario de Esade tendría prácticamente sellado un pacto con la fiscalía anticorrupción, acuerdo similar al de Iñaki Urdangarin, y que se haría público el mes próximo, antes del comienzo de los interrogatorios de acusados de Nóos. Sin embargo, Torres rechazó ayer de plano esta posibilidad y adelantó su voluntad de luchar a muerte para demostrar su inocencia.

Sin aproximaciones

"No hay pactos. Nada. No ha habido negociaciones, ni la menor aproximación o conversación", tal como responde el acusado al ser preguntado por esta posible conformidad, que le supondría cumplir ocho años de cárcel en vez de los casi 17 que le pide el fiscal Pedro Horrach.

El exvicepresidente de Nóos en la época de Iñaki Urdangarin como número uno no quiere opinar sobre las cuestiones jurídicas planteadas el primer día de la vista oral. "No soy jurista y ni tan siquiera con mi abogado, Manuel González Peeters, he comentado esas cosas".

Lo que sí le preocupa a Torres, tras lo ocurrido el lunes en la Escuela Balear de Administración Pública, es que el grueso de la prueba documental y de los nuevos testigos propuestos para el juicio por su letrado fueron rechazados por la sección primera de la Audiencia.

"Me he quedado frío con esto, con la forma de admitir o denegar las pruebas, se le pide a las acusaciones cuáles aceptan y esas se admiten [por el tribunal]. Las acusaciones solo aceptan aquellas pruebas que no les hacen daño", según lamenta.

Diego Torres, que perdió sus trabajos tras el estallido del caso Nóos, al igual que su mujer, la también acusada Ana María Tejeiro, conoce el sumario de Nóos al dedillo. De hecho, se ha pasado los últimos años estudiando la causa y comparándola con los datos que obran en su poder, al ser el custodio de la documentación y de los archivos informáticos del desaparecido grupo.

"Esa documentación y vídeos, fotografías, correos electrónicos y actas rechazadas [como pruebas] son esenciales para demostrar la verdad, dado que mucha gente ha mentido durante la instrucción y yo tengo pruebas de sus mentiras", tal como explica el acusado.

A Torres, como buen científico, le gustaría acudir al juicio de Nóos con un ordenador portátil para poder consultar su base de datos y refutar las versiones sesgadas que, según él, van a ofrecer testigos e imputados. "Por ejemplo: hay un empresario que ha declarado que nunca se reunió conmigo y yo dispongo de un vídeo donde se ve esa reunión", según ejemplifica el exsocio de Urdangarin.

Normal hablar de la Infanta

Respecto a que todos los medios de comunicación hablen estos días de la infanta Cristina y se olviden de él, Diego Torres lo ve lógico: "Es normal y ya ocurre desde el primer día, pero yo no quiero ningún protagonismo". "Lo digo siempre, lo que digo es la verdad y nunca he dicho una mentira, como se puede demostrar con los medios de prueba", insiste en su inocencia.

Torres teme también que, dado el calendario previsto para la vista oral y el lento ritmo de la primera sesión, no haya tiempo suficiente para interrogar a fondo a los testigos, máxime cuando para una misma jornada hay citadas hasta 26 personas.

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