El Govern reunirá a todo el sector agrario para evaluar el fuerte impacto que está teniendo la sequía sobre el campo isleño. El conseller de Agricultura y Medio Ambiente, Vicenç Vidal, no descarta tener que tomar medidas ante la falta de lluvias que está afectand0 a los cultivos, especialmente los cereales y los pastos.

La reunión con todas las organizaciones agrarias y empresas del sector tendrá lugar mañana viernes. "Queremos tener un diagnóstico de la situación", explicó ayer Vidal. El titular de Agricultura y Medio Ambiente indicó que los técnicos de su departamento están ya recogiendo muestras de los cultivos en varias fincas de control ubicadas en las diferentes comarcas de las islas. Las muestras se están analizando para comprobar el estado de salud de los cultivos en los campos de secano, que engloba más del 80% de la producción agraria isleña.

Vidal no quiso pronunciarse sobre la situación: "En estos momentos todavía no podemos decir si es preocupante o no. Si en los próximos días llueve muchos campos de cultivo podrían salvarse. Por ello, esperaremos a tener un diagnóstico exacto de la situación".

El conseller no descartó tomar medidas contundentes, como es el caso de una declaración de sequía que implicaría aportar ayudas por parte de las diferentes administraciones a los agricultores, a causa de las pérdidas que pudiera ocasionar la falta de lluvias. Desde mediados del pasado mes de diciembre, organizaciones agrarias como ASAJA vienen alertando del grave problema que se avecina para el sector agrario isleño.

60.000 hectáreas en peligro

En Balears existen más de 60.000 hectáreas de cereales, pastos para el ganado o legumbres que pueden perecer si en los próximos días la isla no recibe precipitaciones abundantes que superen los 20 litros por metro cuadrado. Los agricultores hace semanas que no esconden su preocupación y algunos ya reconocen que no les quedará otro remedio que arrancar lo sembrado entre octubre y principios de diciembre y volver a plantar las semillas a la espera de la preciada agua de lluvia. El problema es que hace más de dos meses que no ha llovido en las islas y ello está afectando a los cultivos.

Las plantas de cereales se están volviendo amarillentas porque se están secando. Además de la falta de precipitaciones, se une las altas temperaturas en pleno invierno. Ello puede provocar que la cosecha de cereales de este año sea más bien escasa en las islas y tener que recurrir a importar grano y pienso para alimentar al ganado.

No obstante, hay un subsector agrario que ya está sufriendo directamente las consecuencias de la sequía. Es el de los ganaderos de ovino y caprino. Prácticamente no quedan pastos para alimentar las 341.000 ovejas que existen en Mallorca. Algunos ganaderos ya han tenido que recurrir a la compra de pienso para evitar que sus reses se queden sin comida. Esta situación provoca que los costes de producción se multipliquen y las pérdidas económicas de los ganaderos sean cuantiosas.

Las organizaciones agrarias quieren plantear mañana a la conselleria de Agricultura que tome medidas inmediatas. Le recordarán al conseller Vidal que estamos ante una de las sequías más importantes de los últimos 10 años.

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) confirmó que desde finales de noviembre y todo diciembre se ha registrado un "importante déficit" de precipitaciones. En concreto, apuntaron que lo habitual en diciembre es que se hubieran registrado unos 170 litros por metro cuadrado en la Serra de Tramuntana y entre 60 y 50 en las zonas costera. Las estadísticas de la conselleria de Agricultura apuntan a que en la última década han caído cada mes de diciembre una media de 65 litros.