Baleares está entre las cinco comunidades autónomas con menor donación de órganos, de 38 por millón de habitantes, según el balance de la actividad que ha realizado la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) en 2015, año en el que se registró el mayor aumento en el número de donantes de la historia hasta alcanzar los 39,7 por millón de población y realizar un total de 4.769 trasplantes.

En la parte alta de la tabla esta La Rioja con un total de 78,9 por millón de personas, seguida de Cantabria (73,5) y de Navarra (54,6) mientras que a la cola de la clasificación se encuentran Aragón (33,4), Cataluña (34,1) y Madrid (35,1).

Las cifras, que ha presentado hoy el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, y el director de la ONT, Rafael Matesanz, indican que por primera vez en la historia todas las comunidades superan los 30 donantes por millón de población.

Además de La Rioja, Cantabria y Navarra, superan la media nacional el País Vasco (53), Extremadura (45,7), Murcia (44,3), Asturias (42,8), Castilla y León (42,5), Canarias (41,4), Comunidad Valenciana (41,4) y Galicia (39,9).

En la parte baja de la "tabla" además de Aragón, Cataluña y Madrid, se encuentran Castilla-La Mancha (35,9), Baleares (38) y Andalucía (38,5).

En porcentaje, País Vasco, la Rioja, Cantabria, Extremadura, Murcia y Canarias son, por este orden, las autonomías que registran un mayor crecimiento en el número de donantes, mientras que en términos absolutos, también aumenta de forma importante en el País Vasco, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Canarias, Extremadura y Cantabria.

Por hospitales, es el Virgen de la Arrixaca (Murcia) el que ha contado el pasado año con un máximo de donantes, mientras que el Centro Hospitalario Universitario de A Coruña es el que cuenta con un máximo total de trasplantes.

La mayor actividad en cuanto a los donantes fallecidos en muerte encefálica se realizó en el Virgen de la Arrixaca y el Hospital Central de Asturias, y en Asistolia el Hospital Clínico San Carlos, de Madrid.

En cuanto al trasplante renal, la mayor actividad fue en el Hospital de Cruces de Bilbao, en tanto que el renal de vivo se llevó a cabo en el Clinic i Provincial de Barcelona; el hepático en La Fe, de Valencia; el cardíaco, en este último hospital y el Puerto de Hierro de Madrid; el pulmonar en el Vall d'Hebrón de Barcelona; y el pancreático, en el Clinic i Provincial.