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Maternidad

Ejercicios acuáticos para un mejor parto

Varias comadronas de Primaria desarrollan un estudio para demostrar científicamente su certeza de que las mujeres que nadan y hacen gimnasia en la piscina habitualmente durante el embarazo tienen alumbramientos más fáciles

"Las mujeres que vienen a nadar tienen partos más normales, menos intervenidos, más naturales. No precisan ventosas y estadísticamente han de someterse a menos cesáreas, además de estar más ágiles tras el alumbramiento y recuperarse de él más rápidamente", explica María del Carmen Carrascosa, comadrona del centro de salud de Son Ferriol que junto a Catalina Artigues, matrona en el de Marratxí, son las investigadoras principales de un estudio científico que pretende demostrar las ventajas que entraña la preparación al parto en el agua.

El estudio, en el que colaboran otras diez comadronas, comenzó en enero de 2014 y tiene previsto obtener sus primeras conclusiones preliminares a lo largo del próximo ejercicio y sus resultados definitivos en enero de 2017. Se trata de un proyecto impulsado por la unidad de investigación de Atención Primaria de Mallorca y por el Instituto de Investigación Sanitaria de Palma (IdISPa) que ha sido financiado por el Instituto de Salud Carlos III con la colaboración del Institut Municipal d´Esports.

Carrascosa recalca que estos cursos de preparación al parto en el agua solo pueden ser impartidos por comadronas para desvincularlos de otras prácticas en piscina. Y admite que el objetivo de la investigación en curso es corroborar de manera científica lo que ya resulta una verdad a gritos para las profesionales que llevan el día a día de las embarazadas: que ejercitarse regularmente en la piscina tiene beneficiosos efectos cuando se llega al paritorio.

Carrascosa revela que no hay mucha bibliografía en España respecto al estudio que están llevando a cabo, que han tenido que recurrir a otras publicaciones editadas en países como el Reino Unido o Alemania donde esta preparación acuática para el parto está más desarrollada y se ofrece a las mujeres en sus respectivos servicios nacionales de Salud. "Aquí, en España, se ofrece este servicio en algunas comunidades como Cataluña y Comunidad Valenciana, pero no en todo su territorio sino solo en algunas zonas gracias a convenios puntuales suscritos con algunos ayuntamientos", revela esta investigadora principal.

Músculos específicos

Carrascosa detalla que esta preparación acuática para el parto incluye desde nadar a crol hasta ejercitar músculos específicos que se usan durante el alumbramiento como la pelvis. "También se fortalece la musculatura de la espalda, sobre todo la lumbar, para corregir la curvatura que se produce durante el embarazo de forma natural y genera tanto dolor de espalda como de piernas en las gestantes", alecciona la especialista, que añade que los ejercicios también buscan un mejor control y capacidad de la respiración.

"También hacemos ejercicios de relajación y otros en los que colocamos a la embarazada en posición fetal para que aumente su vínculo con el bebé así como otros movimientos para estimular la circulación y evitar los edemas", recapitula la comadrona.

Desmiente taxativamente Carrascosa la rumorología que asegura que no es aconsejable que las embarazadas frecuenten las piscinas a partir de determinado mes de la gestación porque existe un mayor riesgo de que contraigan infecciones o que el cloro sea nocivo en este proceso: "No hay ningún estudio que demuestre que se producen más infecciones vaginales o de la bolsa o la placenta entre mujeres que acostumbran a nadar. Así que una mujer puede empezar a nadar desde que se entera que está embarazada hasta prácticamente el día anterior al parto", recalca la comadrona.

Carrascosa lamenta no obstante que, pese a que se haya pasado de la prohibición total de ejercicio físico a las embarazadas que regía en los años ochenta hasta la recomendación actual de realizar ejercicio aeróbico no extenuante, siga extendida la creencia de que practicar deporte durante el embarazo abona el camino hacia un aborto no deseado.

"Y no es así. Esta preparación en el agua, que debe realizarse un mínimo de tres veces por semana en sesiones de cuarenta y cinco minutos realizando ejercicios de diferente intensidad, ayuda a la mujer a tolerar mejor el dolor durante el parto. No necesita tanta analgesia y registra niveles de dolor más bajos. ¿Por qué? Porque al moverte generas más endorfinas, hormonas que te ayudan a tolerarlo mejor", añade ventajas la especialista.

¿Y si se rompe la bolsa?

Carrascosa revela que entre las principales inquietudes que le plantean las pacientes es la de la posibilidad de romper aguas durante el ejercicio acuático y no percatarse de ello, a lo que la comadrona responde que la mujer se daría cuenta antes de subrayar que "nunca nos ha pasado. Además, puedes romper aguas dos días antes del parto. De lo que hay que estar pendiente es de las contracciones", recuerda.

Carrascosa prepara su traca final a favor de esta preparación al parto asegurando que esta actividad, que se realiza en grupos, también mejora el estado emocional de la embarazada y previene las depresiones post-parto.

"El agua es el medio ideal para trabajar con las embarazadas a nivel físico por la libertad de movimientos que les permite, impensables fuera de la piscina, así porque se evitan sofocos perjudiciales para ellas. Es una actividad drenante que mejora la circulación y, al realizarse en grupo, también se genera una relación entre ellas que también mejora su salud y ánimo", concluye esta comadrona que confía en que las conclusiones de este estudio certifiquen que es una medida coste-efectiva, esto es, que ahorra dinero al IB-Salut, y que esta preparación se pueda ofrecer en breve a todas las mujeres de Balears que quieran realizarla.

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