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Mercado laboral

Durante la crisis solo ha crecido la nómina de los trabajadores públicos

En 2008 se repartían 3.028 millones que el último año fueron ya 3.136 millones de euros

Los trabajadores públicos son los que menos han perdido en crisis, pero también los que más han peleado en la calle por sus empleos. Manu Mielniezuk

Hay consignas que de tanto repetidas acaban por convertirse en realidad innegable. Una de ellas es que los trabajadores públicos han sido muy castigados en crisis. Todo eso de los recortes a lo loco y el gran sufrimiento acumulado en la función pública. Luego aparecen los datos oficiales y matizan esa realidad de trazo grueso y consigna cacareada. Ocurre con las cifras de contabilidad regional, elaboradas por trabajadores públicos, por cierto, que documentan que lejos de reducirse, los ingresos salariales de los trabajadores públicos aumentaron. Son la excepción a una regla que habla de bajadas para todos los demás. Concretamente, según el Instituto Nacional de Estadística, los empleados a sueldo de la administración han pasado en quince años de siglo XXI de repartirse 1.461 millones de euros en nóminas (año 2000) a 3.136 millones en el último año documentado, 2014. Es decir, la nómina de los trabajadores públicos de las islas distribuye hoy más del doble de euros que en el año 2000.

¿Y qué hay de los recortes que empezaron con la crisis? ¿Han castigado tanto la nómina pública? Pues según los datos, no, definitivamente no. En 2008, los trabajadores de la administración en las islas cobraban entre todos 3.028 millones de euros. La crisis había estallado y el resto de actividades empezaban ya a perder nómina e ingresos. No era el caso público. Los sueldos aún crecieron en 2009 y 2010, para alcanzar ese último año su máximo 3.256 millones a distribuir entre toda la plantilla en las islas del Govern, los consells, el Estado, los ayuntamientos y otros resortes públicos. En 2011 la cifra aguantó, y empezó a reducirse en 2012, cuando empezaron a tener efecto los recortes salariales y los ajustes de los gobiernos del PP en el Estado y en Balears. El resultado es que la masa salarial pública pasó de golpe de 3.238 millones de euros antes de la llegada del PP de José Ramón Bauzá a 3.029 al año siguiente, el 2012.

Para entonces las quejas y manifestaciones se repetían casi semanalmente. Y los recortes públicos cesaron. Desde 2012 la nómina pública crece sin parar, hasta los 3.136 millones del último año. Es decir, el sector público ya está repartiéndose en nóminas más de lo que recibía en 2008, al inicio de la crisis (3.028 millones). Para el resto de los trabajadores, el sector privado, la bajada es acusada: mientras la nómina pública crecía un 3,6%, 112 millones en crisis, la privada se encogía en 1.302 millones, un 12,6% de desplome en seis años de ajustes.

Más trabajo público

No es la única diferencia. Otra grande es el impacto de la economía sumergida, inexistente en la administración pública. Por eso el sector público es el único en el que hoy se pagan oficialmente más horas de trabajo. En 2008, hacían entre todos 131 millones de horas al año, que se han elevado a 140 millones de horas. Aquí aparece una de las explicaciones que matizan esa idea de que los trabajadores públicos han sido muy castigados por esta crisis: su salario conjunto subió un 3,7% mientras bajaba el del resto de trabajadores, cierto, pero también aumentó un 6,9% la carga de trabajo. Es decir, la nómina pública engordó con más trabajadores, pero cada sueldo se quedó más o menos como estaba. Con lo que también los empleados públicos pagaron una parte de la crisis, aunque sea una cuenta mucho menor que la del resto de trabajadores.

El negocio inmobiliario

El grueso de la factura fue así para las nóminas del sector privado. Que no para todo el sector privado, porque los datos apuntan a que hubo tres actividades que mejoraron su facturación entre 2008 y 2015: el citado sector público, la hostelería beneficiada por el éxito turístico y la supuestamente hundida actividad inmobiliaria. Este es otro ejemplo de cómo algo que se repite sin descanso acaba calando como realidad, aunque no lo sea tanto. Porque resulta que en estos años de crisis el sector que más ha crecido en las islas es el inmobiliario. Como lo leen: según los datos de contabilidad regional del Instituto Nacional de Estadística, en 2008 generaron 3.091 millones de euros, que en 2014 ya eran 4.024 millones. Y falta 2015, que aún no está medido pero todo apunta a que fue aún mejor. Con lo que ese sector inmobiliario tan sufriente ha crecido al menos un 25% en esta crisis, al calor sobre todo de las compras de alto nivel y el dinero llegado por millones desde ahorradores, fondos de inversión y fortunas de toda Europa. ¿Significa eso riqueza inmobiliaria para Mallorca? Pues no exactamente. Para empezar, las ventas del sector crecieron un 25%, sí, pero el empleo generado bajó un 8%. Y para continuar, el aumento del volumen de ventas no implica que las ventas fueran a buen precio. Matices y datos, que los carga el diablo.

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