La infanta Cristina es la protagonista indiscutible del caso Nóos, pero se sentará, en una esquina de la tercer fila del banquillo de los acusados, a cuatro sillas de su marido, Iñaki Urdangarin, y frente a la tribuna de prensa, según ha dispuesto el tribunal de la sección primera de la Audiencia de acuerdo al orden escogido de interrogatorios.

El Tribunal Superior de Justicia de Balears facilitó ayer un croquis de la sala de vistas del caso Nóos, habilitada en una estancia de la Escuela Balear de Administración Pública, en Son Rossinyol.

Desde hace días todo está decidido respecto a la ubicación de las partes, acusados, tribunal, público y prensa en la sala de vistas, cuyo aforo es de 120 personas.

El banquillo no será un asiento corrido como en las salas de audiencias tradicionales, sino que estará integrado por sillas individuales.

El tribunal ha dispuesto tres filas de seis asientos. En primera línea se sentarán los acusados mallorquines -José Luis Ballester; Gonzalo Bernal; Juan Carlos Alía; Miquel Àngel Bonet, y el expresident Jaume Matas, que tiene serios problemas auditivos a causa de una enfermedad. De momento no ha trascendido que Matas haya solicitado la ayuda de un intérprete u o otro sistema especial para compensar su sordera.

Junto a ellos se situará, en la esquina derecha mirando al tribunal, el arrepentido Marco Antonio Tejeiro, el excontable de Nóos que ha confesado cómo Diego Torres e Iñaki Urdangarin simulaban dedicarse a tareas filantrópicas para ganar dinero a espuertas.

En la segunda fila se colocarán los cuatro acusados de la parte valenciana de la trama (Jorge Velas, Elisa Maldonado, José María Aguilar y Luis Lobón) que son exaltos cargos de la Generalitat valenciana, aunque sin peso político, dado que el Tribunal Superior de Justicia de Valencia exculpó a la exalcaldesa Rita Barberá y al expresident Francisco Camps. Un quinto encausado, el exprimer teniente de alcalde del PP de Valencia, Alfonso Grau, al que solamente acusa el exgrupo municipal socialista de esa ciudad, se colocará en el antepenúltimo sillón, cerca de doña Cristina y en la tercera fila.

La segunda fila la cerrarán Mercedes Coghen, exgerente de la Fundación Madrid 16, y Ana María Tejeiro, jefa de personal de Nóos y esposa de Diego Torres, el exsocio de Iñaki Urdangarin y presunto cerebro del entramado. Precisamente Diego Torres e Iñaki Urdangarin se situarán en las sillas de la izquierda de la tercera fila, junto a Miguel Tejeiro, el exasesor fiscal de Nóos y cuñado de Diego Torres.

No podrán hablar

Cristina de Borbón no podrá intercambiar confidencias con su esposo al tener tres personas de por medio: Miguel Tejeiro, Alfonso Grau y Salvador Trinxet, un asesor fiscal al que solo acusa Manos Limpias.

El Tribunal Superior de Justicia ha seleccionado a unas pocas personas para que asistan como público para la primera sesión, dedicada a las cuestiones previas. La Ley impone que las vistas orales sean públicas y por eso se ha abierto la puerta a espectadores, entre los que está al menos una familiar de un acusado.

La zona de público está ubicada a la izquierda del banquillo de acusados. A la derecha se han habilitado sillas para unos 16 periodistas, que no podrán entrar en la sala con ningún dispositivo electrónico: papel y bolígrafo, como en los viejos tiempos.

El tribunal estará presidido por Samantha Romero, que también es la ponente del fallo, Rocío Martínez y Eleonor Moyà. El cuarto sillón en estrados será para el secretario (letrado de Justicia) Luis Márquez del Prado.

Abogados mallorquines

Habrá 18 abogados defensores, a la derecha del tribunal, pero la exduquesa de Palma y Jaume Matas contarán con dos letrados cada uno. El número de defensores coincide, no obstante, con el de acusados porque dos letrados (Gaspar Oliver y Manuel González Peeters llevan cada uno a dos acusados).

Otra vez el orden de interrogatorios ha marcado la distribución de los puestos y ha ocasionado que cinco abogados mallorquines (Ángel Aragón, Gaspar Oliver, José Ignacio Herrero, Miquel Arbona; y Josep Zaforteza, ocupen la primera bancada. El sexto letrado mallorquín presente en la vista, Jaume Campaner, se sentará en la última fila, junto a los letrados de la infanta.

Las acusaciones, nueve personas, se ubicarán a la izquierda de las magistradas.