Dejar los estudios antes de tiempo (sin haber finalizado ni siquiera la etapa obligatoria, la Educación Secundaria) y encima encontrarte de morros con la crisis económica, el descalabro del mercado laboral y unos recortes presupuestarios que dejan al mínimo los planes de formación, parece un mal escenario para cualquiera. Pero si encima eres mujer tu situación de vulnerabilidad crece exponencialmente: tienen más oportunidades los jóvenes varones sin titulación básica que las chicas que se encuentran en la misma situación.
Ésta es una de las principales conclusiones a las que han llegado las investigadoras de la Universitat, Francesca Salvà Mut, Caterina Thomás-Vanrell y Elena Quintana-Murci, tras analizar la situación en la que se encuentran diez años después aquellos jóvenes que abandonaron los estudios de forma muy temprana (aquellos que no tienen la ESO ni equivalente). Este artículo ha sido publicado recientemente en la revista especializada Journal of Youth Studies.
Las investigadoras señalan tres características predominantes entre los jóvenes que abandonan de forma tan temprana la escuela: hay una mayoría de varones; su madre tiene un nivel formativo bajo; y/o tienen ya sus propios hijos.
Aunque el abandono sea más frecuente entre los chicos, Salvà insiste en que las chicas que abandonan se encuentran con una situación más difícil: "Hay una diferencia de género". El estudio ha comprobado que las mujeres con bajo nivel educativo tienen las tasas más bajas de empleo y las más altas de paro y son las que menos acceden a programas formativos de segunda oportunidad. Si eso se junto con una maternidad también temprana, quedan en una situación "tremendamente vulnerable".
Veamos los datos de esta desigualdad. Mientras entre los varones encuestados el paro afecta al 36%, en el caso de las mujeres llega hasta el 61,5%. La mayoría de chicas señalan como única ocupación el trabajo doméstico y explican que solo buscan un trabajo cuando necesitan un ingreso extra o cuando su pareja se ha quedado sin empleo. Por otro lado, mientras un 7,7% de los chicos se ha reenganchado y sigue algún tipo de formación; en el caso de las mujeres entrevistadas, ninguna indicó estar estudiando nada.
En lo que se refiere a la maternidad a cortas edades, estas investigadoras del grupo Educació i Ciutadania han observado que tanto puede ser una causa del abandono escolar como una consecuencia. Por un lado, indica Salvà, hay algunas que primero se quedan embarazadas (muchas veces de forma buscada) y después dejan los estudios y en otros casos sucede a la inversa: dejan de estudiar, se encuentran con que sin título no logran trabajo fácilmente o que los empleos a los que acceden son más duros u ofrecen peores condiciones que los que consiguen los chicos y ante este panorama finalmente prefieren centrarse en tener un hijo.
La crisis ha complicado aún más la situación de estas personas sin la titulación básica, incrementando sus posibilidades de ir al paro. La trayectoria de estos jóvenes se vuelve "errática"; sufren paro crónico o trabajos precarios y temporales. A pesar de que el abandono escolar haya decrecido ligeramente durante la crisis, el paro juvenil en España sigue siendo muy alto y uno de los principales problemas ahora mismo es la temporalidad. Esta precarización afecta "enormemente" a los menos formados.
Para Francesca Salvà además de estos problemas estructurales del sistema económico español, estos jóvenes con muy baja formación han sufrido otro terrible efecto de la crisis: el recorte en los programas formativos de segunda oportunidad y la ineficiencia de estos mecanismos. "Se ha reducido la oferta de esta formación cuando estaba creciendo la demanda, algo que ha afectado mucho a estos jóvenes", indica, "se tendría que haber invertido más y trabajar también para mejorarlos: hay que pensar que es gente que a lo mejor hace diez años que no sigue ninguna formación y necesita mecanismos adecuados para lograr vincularlos de nuevo con los estudios".
