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Urbanismo

Cort y Sareb negocian convertir Son Ferragut en un barrio de pisos y oficinas

El Consistorio se decanta por crear una zona mixta residencial y empresarial para que la actividad económica de Palma no se concentre en el centro - Los terrenos edificables ascienden a 72.000 metros

Imagen de los terrenos de Son Ferragut sobre los que Cort y Sareb negocian. B. Ramon

Los terrenos palmesanos de Son Ferragut pueden convertirse en un nuevo centro empresarial de la ciudad además de en una zona residencial, según las negociaciones que han puesto en marcha el Ayuntamiento y la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), propietaria del 90% de ese suelo, según ha apuntado el gerente de Urbanismo, Joan Riera.

La pretensión del Sareb (conocido también como el 'banco malo') de que Cort le permita levantar en la zona viviendas más pequeñas y numerosas de las previstas en el planeamiento ha abierto la puerta a que ambas partes hayan puesto sobre la mesa sus respectivas pretensiones, y las del Consistorio pasan por desarrollar en ese espacio un edificio de oficinas que convierta el lugar en un nuevo punto de actividad económica de la ciudad que rompa la concentración que se produce en su centro histórico.

Tal y como adelantó Diario de Mallorca el pasado 18 de noviembre, hay grupos inversores interesados en comprar al Sareb los terrenos de Son Ferragut, que enlazan las barriadas de Son Oliva y Amanecer, pero el precio que están dispuestos a pagar por ellos no satisfacen las expectativas que en este suelo tiene puestas el citado 'banco malo'. Según fuentes del sector, las ofertas que hasta ahora se han presentado no alcanzan el precio que la citada sociedad pretendía obtener, y que se estima por encima de los 30 millones de euros.

El problema radica en que este suelo permite una edificabilidad de 72.000 metros cuadrados, repartidos en edificios con bajos para uso comercial y cuatro alturas para dar cabida a 467 viviendas. Con estas condiciones, estas viviendas deberían ser de unos 140 metros cuadrados si se quiere aprovechar al máximo esa edificabilidad y, obviamente, rentabilizar en todo lo posible la inversión, lo que las coloca fuera de mercado, dado que la demanda se centra en estos momentos en los pisos de 70 a 110 metros cuadrados. Además, se apunta que la parte comercial podría verse afectada por la moratoria en vigor dependiendo del tamaño de los negocios. Eso hace que el precio que los grupos interesados en este suelo están dispuestos a pagar no alcance las expectativas del Sareb.

Por ello, representantes del 'banco malo' se han puesto en contacto con el Ayuntamiento para modificar esas características y permitir la edificación de un mayor número de viviendas, aunque de menor tamaño. Además, se reconoce los problemas para dar salida en estos momentos a las zonas comerciales.

Ante esta petición, el Ayuntamiento ha aprovechado para plantear algunas condiciones, como es el poder dar a ese espacio un carácter mixto -residencial y empresarial-, al considerar que esta fórmula ofrece excelentes resultados a la hora de mantener la vitalidad de los barrios. El ejemplo que se pone es el de s'Escorxador.

Joan Riera apunta que el Consistorio desea que parte de estos terrenos se destinen a la construcción de un edificio para actividad empresarial, que incluso podría superar las alturas antes señaladas para uso residencial. La condición es que las empresas que se instalen en ese punto no tengan una actividad que pueda resultar molesta para los futuros residentes.

"Polos de centralidad"

En opinión de los actuales responsables del Consistorio palmesano, la zona cumple todos los requisitos para dar al nuevo barrio el citado carácter mixto, dadas sus buenas comunicaciones, especialmente por su proximidad con la vía de cintura, lo que facilitaría a los promotores su posterior comercialización tanto para viviendas como para usos empresariales. La pretensión de Cort es que Palma vaya contando con nuevos "polos de centralidad", es decir, zonas de actividad económica que se alejen de los puntos tradicionales, como su centro histórico.

Esta negociación se encuentra en una fase muy inicial, pero los planes del Ayuntamiento presentan también problemas en opinión de representantes del sector promotor, como es que obligarían a una revisión del plan general del municipio, un proceso que se puede prolongar durante años y que mantendría congelado el desarrollo de esta zona.

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